logo
Inicio > Noticias > vida saludable > > ¿Estás almacenando correctamente las conservas en casa?

¿Estás almacenando correctamente las conservas en casa?

VIDA SALUDABLE - 18 de febrero de 2022

Muchas veces, cuando volvemos del supermercado, nos surgen ciertas dudas sobre la conservación de los alimentos. Las conservas y las semiconservas se deben almacenar de forma diferente y si queremos cuidar nuestra salud es necesario que sepamos hacerlo. Por tanto, lo primero que debemos hacer es conocer qué alimentos son conservas y cuáles son semiconservas.

Las conservas, según la RAE, son alimentos preparados convenientemente y envasados herméticamente para conservarlos en perfectas condiciones durante más tiempo. Este tipo de alimentos recibe un tratamiento térmico (más de 100º) que acaba con todo tipo de bacterias y microorganismos. Además, el cierre hermético del producto permite conservar intactas las propiedades de los alimentos durante varios años.
La fecha de consumo preferente debe venir indicada en el envase. No es necesario conservarlas en el frigorífico, si bien es cierto que se aconseja almacenarlas en lugares libres de humedad y alejados de altas temperaturas.

En este grupo podemos encontrar las sardinas o sardinillas, la caballa, los mejillones, los berberechos, el atún o el bonito del norte, entre otros.

Truco, suelen estar a temperatura ambiente en el supermercado.

 

Por otro lado, las semiconservas son alimentos tratados por el calor y estabilizados solo, por un corto período de tiempo. Siempre deben llevar la frase “consérvese en el frigorífico”, un número del 1 al 52 que nos revela la semana de envasado y el tiempo máximo de conservación. Una vez abiertas, duran dos días y siempre deben estar en la nevera.

Las semiconservas no son sometidas a ningún proceso de esterilización, los productos suelen estar crudos o conservados en productos naturales como vinagre, sal o almíbar.
Debemos prestar atención al tipo de conserva, si es en aceite, en escabeche o al natural, para determinar su valor energético y la calidad de la grasa que ingerimos.

Las anchoas, las huevas de pescado, los boquerones en vinagre, el salmón ahumado y el bacalao, la trucha o las sardinas ahumadas, son algunos ejemplos.

Aunque parezca mentira, es bastante habitual pensar que, al tratarse de una lata, podemos conservarla en la despensa a temperatura ambiente, como en el caso de las anchoas en lata, sin embargo, siempre deben estar en el frigorífico.

Por último, es conveniente seguir una serie de recomendaciones tanto a la hora de comprar como a la hora de consumir conservas y semiconservas, para poder detectar cualquier posible alteración del producto.

Los expertos recomiendan no comprar o consumir latas abombadas, que presenten cualquier signo de alteración como óxido, deformaciones en el envase y, al abrirlas, debemos prestar atención a su contenido, para saber si podemos comerlas o debemos desecharlas, olores y/o colores raros o desagradables, además, el contenido no debe tener espuma ni debe salir líquido cuando clavamos el abrelatas. En cualquiera de estas situaciones debemos desechar la lata entera.

Espero que estas recomendaciones os sirvan para conservar mejor vuestros alimentos y no poner en riesgo vuestra salud.

Redactado por:

Cristina Lucerón

¿Te ha gustado esta noticia? Comparte:

audicion_sana_mobile_home