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Estrategias para manejar la alergia primaveral

ALERGIA - 16 de abril de 2025

La llegada de la primavera trae consigo el calor y la floración de muchas plantas y árboles, pero para muchas personas también significa el inicio de los síntomas alérgicos. La alergia primaveral y el polen son un problema de salud pública que afecta a gran parte de la población.

El polen es el principal culpable de las alergias primaverales. Es un grano microscópico producido por las plantas con flores. El polen de las gramíneas es el responsable de la mayoría de los casos de personas alérgicas.

Los principales síntomas de la alergia al polen son estornudos frecuentes, goteo nasal, picor y enrojecimiento de ojos y nariz, lagrimeo, congestión nasal, tos seca y, en los casos más severos, dificultad para respirar. Estos síntomas pueden confundirse con un resfriado, pero existen varias diferencias, ya que la alergia al polen no suele causar fiebre y la tos tiende a ser seca en lugar de productiva.

Algunas estrategias para que las personas alérgicas puedan sobrellevar esta temporada de la mejor manera posible, son:

  • Es esencial identificar el tipo de polen al que se es alérgico. Esto se puede saber fácilmente acudiendo a un alergólogo que nos realice unas pruebas de alergia para determinar a qué polen tenemos más sensibilidad. Una vez identificado, es más fácil predecir las épocas del año con mayor riesgo y estar más prevenidos.

  • Informarse mediante aplicaciones móviles y páginas web sobre los niveles de polen en el aire. Estos datos suelen actualizarse diariamente.

  • Utilizar mascarillas y gafas de sol puede reducir la exposición al polen, creando una barrera entre el polen y nuestros ojos y nariz. A las personas que utilizan lentillas se les recomienda utilizar gafas los días con altos índices de polen.

  • Si hemos pasado tiempo al aire libre, ducharse y cambiarse de ropa ayuda a eliminar el polen que se pueda haber acumulado en la piel y los tejidos. También es recomendable lavarse la cara y las manos a menudo.

  • Mientras se esté dentro de casa, hay que mantener cerradas las ventanas por la mañana y al atardecer, ya que son las horas de mayor concentración de polen. Si queremos purificar el aire del interior de la casa, se puede usar el aire acondicionado con filtros especiales antipolen.

  • Si vamos a realizar actividades en el exterior, se recomienda que sean al mediodía, ya que las concentraciones de polen suelen ser más bajas. Hay que evitar salir en días de viento, ya que mueve el polen y los niveles pueden aumentar.

  • Se recomienda lavar y pelar las frutas y verduras para eliminar el posible polen adherido a su superficie.

Es fundamental seguir el tratamiento que nos haya prescrito el alergólogo. Los tratamientos más comunes, como los antihistamínicos y descongestionantes, pueden ayudarnos a eliminar los síntomas, pero es importante tener en cuenta que algunos de ellos pueden causar somnolencia. La inmunoterapia es otra opción de tratamiento más a largo plazo, ya que, en vez de eliminar los síntomas, ataca a la base del problema, ayudando al cuerpo a desarrollar tolerancia al alérgeno.

La alergia primaveral puede ser un desafío, pero con las estrategias adecuadas y siempre con la ayuda de un alergólogo, es posible disfrutarla sin sufrir en exceso. La clave está en la prevención y el manejo adecuado de los síntomas.

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