¿Por qué a los niños más pequeños de la clase se les diagnostica en mayor medida TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del desarrollo que afecta a millones de niños en todo el mundo. Se caracteriza por síntomas como la falta de atención, la hiperactividad e impulsividad que interfieren con en el rendimiento académico y la vida diaria.

La clave para responder a esta pregunta parece residir en el concepto de edad relativa. En la gran mayoría de sistemas educativos, los niños se agrupan por año de nacimiento, lo que crea diferencias significativas en el desarrollo de los niños mayores y los más pequeños. Es decir, un niño nacido en enero se desarrolla física, emocional y cognitivamente un año más rápido que un niño nacido en diciembre de ese mismo año. Esta brecha es más evidente en los primeros años de escolarización.

Los niños pequeños pueden exhibir mayor número de comportamientos, aunque normales para su etapa de desarrollo, pareciendo inmaduros en comparación con sus compañeros mayores. Pueden tener más dificultades para concentrarse, seguir instrucciones o controlar sus impulsos. En un contexto educativo, estas conductas pueden malinterpretarse como síntomas propios del TDAH, especialmente si los profesionales no son lo suficientemente sensibles a los cambios en el desarrollo del niño.

Si bien un diagnóstico adecuado de TDAH puede ser fundamental para brindar a los niños las herramientas que necesitan, el sobrediagnóstico puede llevar a tratamientos innecesarios y a una etiqueta que afecta su autoestima y desarrollo social.

Para abordar esta cuestión, es crucial que los profesionales de la educación y la salud mental consideren la edad relativa como un factor importante en la evaluación del TDAH. Las escuelas también deben adoptar enfoques pedagógicos flexibles que respeten las diferencias individuales en el desarrollo.

Por último, informar a las familias sobre este fenómeno puede ayudar a reducir la ansiedad ante comportamientos que, en muchos casos, son simplemente una manifestación de la inmadurez propia de la edad.

Lucía Ongil, Psicóloga Sanitaria M-35082 en Alimentación 3S