DIABETES - 23 de enero de 2018
La diabetes gestacional afecta a una de cada diez mujeres en el ecuador del embarazo. Sabemos que es un tipo de diabetes de la que hemos oído hablar mucho, pero que quizás no conocemos demasiado en profundidad. ¿Qué es? ¿Por qué se produce? ¿Qué efectos tiene la diabetes gestacional? ¿Cómo podemos evitarla? En este artículo te daremos respuesta a todas estas preguntas.
La diabetes gestacional se caracteriza por la presencia de azúcar alta en la sangre que empieza o se diagnostica por primera vez durante el embarazo. El origen de esta patología está las hormonas que se producen durante el embarazo y que pueden llegar a bloquear el trabajo que hace la insulina. Si esto te sucede durante la gestación, tus niveles de azúcar en sangre se pueden incrementar, lo que dará lugar a una diabetes.
La diabetes gestacional puede causar problemas de salud tanto en la madre como en el feto. Por eso son tan importantes las revisiones médicas que os hacéis todas las mujeres embarazadas. Normalmente, este tipo de diabetes suele diagnosticarse entre las 24 y 28 semanas de gestación. Cuanto antes se detecte mejor será el pronóstico.
En el feto, este tipo de patología puede dar lugar a un bebé demasiado grande. El feto recibe demasiada azúcar y está sobrealimentado, lo que genera incomodidades durante la fase final del embarazo y dificultades en el parto.
En el caso de la madre, una diabetes mal controlada, puede acabar en cesárea, con las consiguientes complicaciones potenciales de esta intervención quirúrgica.
De todas formas, tampoco tienes por qué preocuparte en exceso. La buena noticia es que, con carácter general, la diabetes gestacional suele desaparecer tras el parto. Además, si la detectamos a tiempo, la enfermedad puede corregirse con un cambio de alimentación. Nosotros te ofrecemos estos cinco consejos, que seguro que te resultan de utilidad:
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