ENF. DE CROHN - 12 de enero de 2024
Es importante tener en cuenta qué ocurre en el cuerpo y más en concreto en el sistema digestivo cuando hay Enfermedad de Crohn, para poder establecer las pautas alimentarias claves para estar en remisión.
Esta patología, cursa con inflamación, que puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, así que la estrategia principal, deberá ser aportar suficientes mecanismos antiinflamatorios para contrarrestar la inflamación. Por ello, deberemos revisar los causantes en nuestro estilo de vida que puedan estar incrementando esta inflamación como el estrés, mal descanso, falta de hidratación alimentación poco nutritiva, es decir, baja en micronutrientes y fibra, realizar picoteos constantes en vez de llevar una estructura organizada de horarios y tomas, no exponernos al sol o pasar tiempo en la naturaleza, entre otros.
La segunda estrategia, deberá ir encaminada a reducir los síntomas que esté causando para que sea lo más llevadera posible y no se vea afectada la calidad de vida. Además de prevenir la malnutrición, ya que síntomas como la descomposición, supone la pérdida de nutrientes por las heces y como consecuencia, falta de energía, apatía, pérdida de peso y de masa muscular, mal funcionamiento metabólico y orgánico, envejecimiento celular, estrés oxidativo, etc. Conecta con esas señales y síntomas que te da el organismo ya que son la primera alerta del cuerpo para decirte que algo no va bien y empezar a pedir ayuda profesional sanitaria.
En caso de encontrarse afectación más allá de inflamación del tracto digestivo, la tercera estrategia consistirá en promover la cicatrización y la regeneración del tejido y sus mucosas además de mejorar la microbiota, la permeabilidad intestinal y toda la actividad enzimática y de jugos gástricos. Todo ello se consigue con una pauta nutricional personalizada acorde al tratamiento de la patología (cada caso es un mundo y aunque haya recomendaciones generales, todos los casos deben ser individualizados) además de la suplementación que en muchos casos es necesaria. No debemos olvidar el papel tan importante que juega la gestión del estrés y emocional ya que en numerosas ocasiones nuestro sistema digestivo expresa lo que no estamos soltando a nivel mental y otros hábitos mencionados al inicio.
El primer paso a dar es escuchar al cuerpo, realizar una analítica completa de sangre, conectar con los síntomas y pedir opinión a un médico digestivo para que te ayude en tu caso y pueda orientarte. Después del diagnóstico y la evaluación completa, se inicia el tratamiento integral tocando todos los pilares.
Redactado por:
Sandra Ruiz Maymó
Dietista-Nutricionista en Alimentación 3S. Nº Col. MAD00952