La importancia del magnesio en esclerosis múltiple

El magnesio es un mineral esencial para nuestro organismo ya que múltiples funciones corporales dependen de unos adecuados niveles de este. En la esclerosis múltiple, podemos encontrar entre los síntomas principales, la debilidad y fatiga, espasmos y dolor crónico, entumecimiento y hormigueo en las extremidades, entre otros. Para estos síntomas, tener unos niveles adecuados de magnesio va a resultar clave de cara a poder mejorar la calidad de vida del paciente.

El magnesio está implicado en facilitar un adecuado descanso, reducir la fatiga, función muscular, sistema cardiaco, nervioso y función cerebral. Por lo que un déficit de este va a tener un impacto en los síntomas de la esclerosis previamente mencionados.

Los requerimientos de este mineral en población adulta se encuentran en 400 miligramos al día para los hombres y en el caso de las mujeres adultas ronda los 310 miligramos. Podemos llegar a los requerimientos a través de la comida o, en caso de no cubrirse, habrá que valorar la suplementación.

En la alimentación, el magnesio lo podemos encontrar en las legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales, pseudocereales y lácteos. De forma concreta, dentro de esos grupos, hay alimentos con cantidades más elevadas como las pipas de calabaza, girasol, anacardos, semillas de lino y sésamo; aguacate, albaricoques; quinoa, soja y judía blanca; especias como eneldo, albahaca o azafrán, aunque llegar a elevar los niveles de magnesio con este último grupo siempre nos resultará más complejo.

Es importante incluir estos alimentos a diario y revisar con un médico o nutricionista especializado si las demandas están siendo cubiertas. De no ser así, se valorará incluir suplementación. Dentro de esta, el magnesio tiene diferentes formulaciones, entre las que podremos encontrar el citrato, bisglicinato, carbonato, malato o taurinato, principalmente.

Deberemos elegir formas que sean fácilmente absorbibles y digeribles para nuestro caso, de ahí la importancia de consultar con un especialista. Por ejemplo, las formulaciones comúnmente utilizadas para el estreñimiento o el área digestiva, no suelen ser las más recomendables para personas con esclerosis múltiple. Se pueden tener efectos secundarios como vómitos o diarreas en caso de generar excesos (únicamente posible con suplementación y no alimentación). No obstante, el magnesio puede eliminarse en orina, no suele ser frecuente llegar a tener esa problemática.

Los suplementos de magnesio interaccionan con algunos medicamentos como los antibióticos, biofosfonatos (tratamiento para la osteoporosis, principalmente), suplementos con altas cantidades de zinc o medicamentos relacionados con la acidez o el reflujo. Los suplementos dietéticos, aunque no requieran receta, no deben tomarse a la ligera ya que, en ocasiones, lejos de ayudar, pueden estar contraindicados para nuestro caso particular.

Esperamos que este artículo sirva para tomar conciencia de la importancia de determinados micronutrientes en la esclerosis múltiple, para revisar la alimentación y valorar si nuestros hábitos pueden cambiarse para mejorar la calidad de vida y los síntomas de las personas con esclerosis.