CÁNCER DE COLON - 25 de febrero de 2022
El cáncer colorrectal es el tipo de cáncer con mayor incidencia en España, con una estimación de 41.441 nuevos casos al año entre ambos sexos, afectando a 1 de cada 20 hombres y a 1 de cada 30 mujeres antes de cumplir los 74 años. Esta enfermedad se puede curar hasta en el 90% de los casos si se consigue diagnosticar en sus primeras etapas. Se estima que la detección precoz ayudaría a salvar unas 36.000 vidas.
Sin embargo, la falta de respuesta de los ciudadanos a los programas de cribado que ofrecen las comunidades autónomas dificulta su prevención (sin contar con la paralización o ralentización que han sufrido en algunos casos debido a la pandemia).
La adhesión a los programas de cribado del cáncer colorrectal varía notablemente por territorios, según datos de la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon. Mientras el 73,5% de los habitantes de Navarra de entre 50 y 69 años se han realizado la prueba, el porcentaje en Andalucía se sitúa en un 2%. La media de España se sitúa en un escaso 24%.
Por otra parte, la AECC (Asociación Española contra el Cáncer), junto con diversas asociaciones de pacientes, ha denunciado la lentitud en la implantación de los programas de cribado del cáncer colorrectal para toda la población de riesgo. Su cobertura se sitúa en el 69,12% en la actualidad. Este factor puede estar detrás de las bajas tasas de adhesión. Según el plan establecido por el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas tienen hasta 2024 para alcanzar al 100% de la población diana.
El programa de cribado del cáncer colorrectal figura entre los servicios del Sistema Nacional de Salud desde 2014, con una población objetivo de hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 69 años. Ya no requiere ninguna preparación (en los ochenta, la persona tenía que estar 3 días a dieta). El intervalo entre exploraciones es de 2 años.
La prueba ofrecida es la de sangre oculta en heces (SOH), que intenta detectar si hay algún tipo de sangrado en el tubo digestivo causado por un pólipo. Después de tomarse, la muestra debe llevarse al centro de salud, que a su vez la enviará a un laboratorio para su análisis.
La efectividad de esta prueba es casi total y, si los pólipos pretumorales se detectan a tiempo, pueden curarse. A pesar de sus beneficios, muchas personas optan por no realizarla por miedo a un resultado positivo o por desidia.
Si la respuesta de la prueba de sangre oculta en heces es positivo, se procederá a realizar una colonoscopia. Este examen consiste en la introducción de un colonoscopio (un aparato delgado en forma de tubo con luz) a través del recto hasta el colon para determinar si hay pólipos, áreas anormales o cáncer.
Si se encuentran pólipos, se extirpan en la misma colonoscopia. Apenas el 7% de estos exámenes arrojan un resultado positivo, según datos de la asociación de pacientes EuropaColon.
La prevención es fundamental en el control del cáncer colorrectal, pues muchas personas no experimentan síntomas en las primeras etapas. Vaya al médico si sus hábitos de evacuación cambian o los nota extraños, percibe sangre en sus heces o recto, tiene dolor abdominal, pérdida de peso repentina o se siente cansado.
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