VIDA SALUDABLE - 3 de enero de 2025
Cuando sientes ese cosquilleo en los labios lo primero que piensas es: «¡No, otra vez no! ¿Me libraré algún día de este herpes labial?» Y siempre aparece en peor momento, ¿verdad? No es casualidad.
Las recidivas del herpes labial están íntimamente ligadas con el estado de tu sistema inmune. Una relación de la que nadie habla cuando te proponen remedios o tratamientos, quizás porque suena complicado o demasiado técnico. Pero no hace falta que tengas un doctorado en inmunología para entender por qué sufres el herpes labial cada dos por tres. Tan solo necesitas entender la relación que existe entre tus defensas y ese virus que te estropea los eventos importantes varias veces al año.
Por eso vamos a contarte de forma clara y concisa cómo interacciona el virus del herpes labial con tu sistema inmune para que puedas actuar sobre él antes de que vuelva a aparecer.
El virus del herpes simple (VHS) 1 y 2 es el responsable de las dolorosas pupas que te salen en los labios, mejillas, ojos e incluso nariz. Pero estos efectos tan molestos y, muy a tu pesar, bien visibles, son solo su fase productiva.
Por desgracia, estos virus tienen también una fase de latencia en la que no dan señales de vida. A simple vista, tú estás libre de virus (¡ojalá!). Sin embargo, lo que ocurre de verdad en esta fase de latencia es que los virus han dejado su genoma oculto en tus ganglios nerviosos, material más que suficiente para replicar un nuevo ataque cuando menos te lo esperes.
Por desgracia, la respuesta es no. Una vez que han entrado en tu cuerpo se quedan contigo para siempre. En ese punto ya no puedes hacer nada.
Donde sí tienes poder (y mucho) es en conseguir que se mantengan en su fase latente la mayor parte del tiempo. Lo cual nos lleva a la siguiente pregunta:
Imagina que el virus del herpes labial es uno de los equipos que juega un partido de fútbol, y que tu sistema inmune es el equipo contrario. Si el sistema inmune está fuerte y bien preparado, mantendrá gran parte del partido al herpes labial defendiendo su portería. Y si el herpes labial juega a la defensiva, su tendencia será «esconderse» en su campo (los ganglios). Esto es lo que ocurre durante la fase latente del virus.
Sin embargo, si el sistema inmune está debilitado, cansado o distraído, el herpes labial puede salir a atacar colándose por los huecos de su defensa. La mala noticia es que este partido no dura 90 minutos, ni 90 días. Dura toda la vida. Y tu sistema inmune sufre todo tipo de ataques a lo largo de una vida.
Son muchas las razones por las que puede bajar el rendimiento de tu sistema inmunitario. Entre las más habituales se encuentran:
Tener estrés y cansancio crónico, tanto mental como físico.
Exponerte a rayos UV sin la protección adecuada.
Tomar medicamentos inmunosupresores, como quimioterapia o cortisona.
Sufrir otras infecciones, desde un resfriado común o la gripe hasta el VIH.
Experimentar fuertes cambios hormonales, como los que se dan durante la adolescencia y el ciclo menstrual.
Como ves, muchas de estas bajadas de defensas son fisiológicas y, por tanto, imposibles de evitar cuando estás pasando por esos procesos. Entonces, ¿estás condenado a sufrir brotes de herpes labial hasta el fin de los tiempos? En absoluto. Y, sobre todo, no con la frecuencia y virulencia que experimentas ahora.
En algunos casos, hábitos que incluyan una alimentación saludable, prácticas de deporte moderado y aplicación de protección solar pueden ser más que suficientes para mantener los brotes del herpes a raya. Sin embargo, una bajada de defensas llegará tarde o temprano de forma natural, ya sea por motivos de salud, hormonales o de estrés. Y son esos momentos en los que tu sistema inmune dejará huecos desprotegidos por los que podrá colarse el virus.
La buena noticia es que puedes entrenar a tu sistema inmune para que se mantenga fuerte incluso en esos momentos de debilidad. Así podrá seguir conteniendo los ataques del virus o, al menos, reducir sus probabilidades de «colarte un gol». Una vida (casi) sin pupas, ni dolor, ni marcas embarazosas que esconder. ¿Te imaginas? Te contamos cómo:
La microinmunoterapia es un tratamiento que entrena a tu sistema inmune usando su mismo lenguaje:
Utiliza las mismas moléculas y en dosis equivalentes o más bajas.
Imita los ciclos naturales que realiza nuestro propio sistema de defensa.
De esta forma, además de equilibrar al sistema inmune, la microinmunoterapia evita que el virus se replique y previene la reaparición del herpes labial cuando bajan tus defensas, reduciendo tanto su frecuencia como su intensidad.
Redactado por:
Elisa Marco Soriano
Medical Scientific Liaison