logo
Inicio > Noticias > vida saludable > > Conciliación laboral y alimentación saludable. Las claves para lograrlo

Conciliación laboral y alimentación saludable. Las claves para lograrlo

VIDA SALUDABLE - 27 de octubre de 2022

En una rutina en la que el trabajo ocupa una gran parte de nuestro tiempo diario, es muy frecuente que las tareas relacionadas con nuestro propio cuidado queden relegadas a un segundo, tercer o directamente, último plano. Y es que, a veces, requiere de todo un arte el poder hacer malabares entre nuestra jornada laboral englobando reuniones, tareas, llamadas y emails, y mantener aquellos hábitos que nos mantienen sanos y estructurados.

El arte de compatibilizar en una misma ecuación la responsabilidad laboral y la responsabilidad con nuestra salud. A veces, en este juego, los hábitos relacionados con la alimentación (no sólo el qué comemos sino también el cómo lo comemos) suelen verse comprometidos, tendiendo a las comidas rápidas, hechas de forma automática entre tareas y a modo de picoteo.

En el artículo de hoy, te queremos contar los errores más comunes y las claves a tener en cuenta si la vuelta a la rutina no queremos que pase por encima de cuidar nuestra forma de nutrirnos.

  1. Comer en el puesto de trabajo. Es importante cambiar de escenario para que el cerebro no asocie el lugar de trabajo al acto de comer. De otro modo, podríamos empezar a asociar ciertas tareas o sensaciones trabajando a la sensación de apetito o apetencia por la comida.
     
  2. Comer de forma automática. Si estamos comiendo, estamos comiendo. De nuestra larga lista de tareas ¿cuál es aquella que podemos realizar de una forma automática y sin apenas prestar atención? Efectivamente, la comida. Sin embargo, que podamos comer de forma automática no quiere decir que sea adecuado ya que tenderemos a comer mucho más rápido y a saciarnos menos tanto fisiológicamente como psicológicamente. Por ello, es esencial comer de forma consciente: masticar, saborear, dedicarle al menos 20 minutos a las comidas principales y prestar atención, es decir, no comer a la vez que trabajamos, por ejemplo.
     
  3. No hacer platos variados como tomar plato de pasta con tomate a secas. Procura incluir varios grupos de alimentos, fundamentalmente verduras, proteínas tanto de origen vegetal como animal y fuentes de carbohidratos. Además, será más ameno y generará mayor adherencia a una dieta saludable.
     
  4. Comer mayor cantidad de la necesaria y que entre ese sueño y pesadez después de comer. Para ello, come despacio, como comentábamos para así poder escuchar a tus sensaciones de saciedad y adaptar las cantidades.
     
  5. Pasar largos periodos sin comer. Muchas veces, absortos en el trabajo tendemos a pasar largas jornadas sin probar bocado, esto puede suponer que lleguemos a las siguientes comidas no con apetito, sino con un hambre voraz y que, por lo tanto, tanto la cantidad de comida como el tipo de elecciones no sean las más adecuadas.
     
  6. Falta de planificación. Otro de los errores es ir sobre la marcha. Asumiendo que es complicada la gestión de una rutina laboral y el autocuidado es esencial tener una idea más o menos general de cuándo vamos a ir a comprar, cuándo vamos a cocinar y qué tipo de menú tendremos durante la semana ya que después imprevistos, responsabilidades y complicaciones propias de la rutina nos ponen complicado el poder hacernos cargo de nuestra alimentación diaria.
     
  7. Polarizar en modo dieta - no dieta o saludable - no saludable. Uno de los principales errores a la hora de conciliar la rutina laboral y una alimentación saludable es ponernos metas utópicas o no realistas. Nos explicamos, tendemos a buscar y perseguir la “dieta perfecta” hacerlo de forma ideal (por ejemplo, cocinando un pescado al horno con verdura cada noche) o bien, nos hartamos de tanta exigencia y tiramos de lo rápido. Es mucho más útil buscar algo intermedio y ser realista con qué tipo de cocina y de planificación puedo llevar a cabo atendiendo a las exigencias de mi día a día. Mejor lo imperfecto estable que lo perfecto intermitente. Flexibilicemos y elige alimentos saludables en un alto % del tiempo y deja espacio para esos alimentos menos nutritivos si se da la ocasión.

 

Más información en Alimentación 3S.

Redactado por:

Mireia Elías Fernández

Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.

¿Te ha gustado esta noticia? Comparte:

grunenthal banner mobile