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Alimentación en Navidad teniendo alguna patología

VIDA SALUDABLE - 17 de diciembre de 2023

Durante la etapa navideña, nuestros hábitos cambian. Comemos cosas diferentes de lo habitual y más tomas son fuera de casa, cambiamos nuestros horarios, nos hidratamos menos… Esto hace que aumente la probabilidad de sufrir síntomas dentro de nuestra patología, síndrome o enfermedad tales como disminución de la energía, pérdidas de movimiento, brotes en la piel, migrañas o dolores fuertes de cabeza, síntomas digestivos como estreñimiento, hinchazón, gases o acidez, inflamación global, retención de líquidos, subida del colesterol, brotes alérgicos y un largo etcétera.

Esta consecuencia se debe en parte al cambio de alimentación. A nivel nutritivo, en las fiestas navideñas, por un lado, solemos tomar mayor ingesta de alcohol, sal, nitritos y nitratos presentes en carnes, aminas presentes en el vino y en los quesos, gluten en los diferentes panes y cereales, entre otros. Por otro lado, incluimos menor ingesta de frutas y verduras y, su consecuente, falta de vitaminas, minerales y antioxidantes; también hay gran falta de fibra, grasas saludables con su omega 3 y agua.

Para minimizar este tipo de síntomas, la recomendación global se encuentra en mantener el equilibrio y cuidarse de la forma más óptima posible entre los días festivos. Podemos realizar un calendario en el que fijaremos los días como cenas de amigos y empresa junto con los festivos, Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes como días en los que se van a priorizar el contexto, la compañía, la religión o las tradiciones sin tener tanto en cuenta nutrientes y alimentos.

El resto de días, planificaremos nuestra alimentación priorizando alimentos muy nutritivos como frutas, verduras, aceite de oliva, frutos secos, semillas, legumbres, avena (evitar el trigo, especialmente), tubérculos, huevos, pescados azules, carnes magras, lácteos como el kéfir, caldos, infusiones y agua. Pondremos foco en comprar menos etiquetas y más producto fresco al igual que elegiremos cocina casera, en la medida de lo posible.

Además, es importante que nuestro organismo realice periodos de descanso y limpieza a nivel digestivo, hepático y biliar, fundamentalmente. Esto se consigue no picoteando entre horas, dejando un espacio de mínimo 3-4 horas entre comidas principales y 12-14 horas de ayuno nocturno, junto con alimentación saludable, movimiento, exposición solar, descanso y otros factores generales de salud. Además, si tomamos fármacos, muchos de estos se detoxifican por las mismas vías que los alimentos, tóxicos y disruptores que van en ellos, de ahí que debamos prestar mayor atención a cuidar estos espacios de tiempo para que las vías no se saturen.

El cuerpo es muy sabio y nos irá avisando de si necesitamos mayor o menor reseteo de nuestros sistemas corporales a través de los síntomas mencionados al inicio de este blog, así que escúchale que es lo mejor para cuidarse.

Redactado por:

Mireia Elías Fernández

Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.

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