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El diagnóstico más complicado. ¿Cómo se diferencia entre TDAH y las altas capacidades?

DÉFICIT DE ATENCIÓN - 1 de julio de 2022

Los casos de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDHA) y Altas Capacidades (AACC) son algunos de los diagnósticos más difíciles de identificar. A menudo, cayendo en generalizaciones e ideas como: “es un alumno menos inteligente”, “es rebelde y no presta atención”, “está siempre en su mundo”, “es superdotado” o “es una persona muy sensible y peculiar”. Nada más lejos de la realidad.

Si bien existen rasgos similares en ambas condiciones, como son el alto nivel de actividad, la capacidad creativa o el carácter rebelde y desafiante, son patologías muy dispares. El TDAH es un trastorno neurobiológico caracterizado principalmente por el déficit de atención, la impulsividad y la hiperactividad motora. En cambio, las AACC centran su atención no tanto en el comportamiento del niño sino en su inteligencia o aprendizaje. Concretamente, en los rasgos de inteligencia, hipersensibilidad y creatividad. Esto lo hace un grupo más heterogéneo y difícil de diagnosticar.

 

Mismo comportamiento, origen y ejecución diferente

A menudo un diagnóstico puede camuflar a otro, e incluso es posible que ambos casos confluyan en la misma persona. En Conectando Pacientes os hablamos de esa particularidad, la doble excepcionalidad. A continuación, os contamos algunas de las principales diferencias entre ambos trastornos. Cómo la misma característica es resuelta de manera diferente en un caso TDAH o uno de AACC.

  • Abandono de las tareas.
    Un niño con TDAH puede no ejecutar una actividad cuando ésta requiere mucha paciencia, atención sostenida o perseverancia. En cambio, en el caso de las AACC, el niño desistirá de la tarea cuando carezca de interés o motivación para él, y no porque no pueda realizar ese esfuerzo cognitivo.
     
  • Organización:
    Si bien se cree que los niños con AACC son despistados y caóticos, en realidad, tienen tendencia a la buena organización, la atención a los detalles y a lo minucioso. En el caso del TDAH, los niños serán más desorganizados con sus tareas o en su rutina.
     
  • Esfuerzo duradero:
    Los niños con TDAH pueden sentirse agotados ante tareas que requieran una atención mental constante mientras los niños con AACC tienen gran capacidad de atención y abstracción. Un niño con Altas Capacidades podría estar horas concentrado en tareas que estimulen su imaginación o creatividad.
     
  • Hiperactividad:
    En los casos de TDAH, a la persona le cuesta estar sentada durante toda la jornada escolar, corre de un lado a otro, se mueve en situaciones inapropiadas o presenta una apariencia nerviosa. En el caso de las AACC hay un mayor control de la actividad física.
     
  • Impulsividad:
    Un niño con TDAH tendrá problemas para esperar el turno de sus compañeros, hablará a menudo en clase y será más impaciente. En cambio, en los casos de AACC, los niños son más reflexivos, abstraídos y pueden ser buenos oyentes.

 

Un diagnóstico certero es el único útil

Como vemos, el TDAH y las AACC presentan diferencias esenciales. Es importante realizar un diagnóstico precoz para adaptarnos a las necesidades de estos niños, pues a menudo se sienten desmotivados o frustrados al sentir que no encajan y no son comprendidos en la escuela y en sus relaciones personales. También desfocalizar el discurso acerca de sus rarezas o dificultades para reforzar también su potencial o rasgos excepcionales. Así, conocer la verdadera realidad de cada trastorno nos ayudará a adecuarnos a sus habilidades cognitivas, elegir recursos que les motiven, entender el porqué de su comportamiento y ayudarles donde verdaderamente lo necesitan.

Redactado por:

Ana Gutiérrez Frutos

N.º. Col. M-33182. Psicóloga General Sanitaria

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