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¿Cómo beneficia el ejercicio físico a los pacientes con Parkinson?

PÁRKINSON - 24 de diciembre de 2021

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso central de manera progresiva e invalidante. Sin cura por el momento, es tras el Alzheimer, la segunda enfermedad más frecuente entre mayores de 65 años en España, con un número de afectados de entre 160.000 y 300.000. Se caracteriza por la aparición de temblores musculares habituales, que pueden acompañarse por rigidez o disminución del movimiento.

Hoy sabemos que el ejercicio físico es una buena manera de retrasar los efectos de la enfermedad de Parkinson y el impacto de sus síntomas. A través del movimiento, el paciente es capaz de mantener por más tiempo su autonomía personal al proteger sus células cerebrales.

 

Beneficios del ejercicio físico para pacientes con Parkinson

Mantener una actividad física recurrente puede ayudar al paciente de las siguientes maneras.

  • Desarrolla fuerza
  • Combate la fatiga y mejora el sueño
  • Alivia síntomas como el estreñimiento
  • Mejora el equilibrio, la flexibilidad y la postura
  • Mantiene la movilidad
  • Evita las caídas
  • Reduce los niveles de estrés y la probabilidad de depresión

Los síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden llevar al paciente a adoptar un estilo de vida sedentario, y esta falta de movimiento, a su vez, puede acentuar estos síntomas.

La práctica de ejercicio físico entra en juego para retrasar los efectos de la enfermedad (las células cerebrales se mantienen saludables) y permitir al paciente seguir realizando sus actividades diarias. Además, brinda buenas oportunidades de socialización y disfrute.

 

Ejercicios físicos recomendados para pacientes de párkinson

El programa de ejercicio se debe adaptar a las necesidades particulares y síntomas de cada persona. Lo ideal es combinar diferentes actividades, ya que la variedad incrementa el aprendizaje muscular y es más estimulante desde el punto de vista neurológico.

  • Ejercicio aeróbico. Son muy beneficiosas las actividades físicas de intensidad moderadas como caminar o nadar para fortalecer el sistema cardiorrespiratorio. Se pueden realizar 3 días a la semana, durante 30-40 minutos.
  • Entrenamiento de fuerza. Implica el uso del propio peso corporal u otras herramientas. Se puede realizar un par de días a la semana en beneficio de los pacientes de Parkinson.
  • Entrenamiento de flexibilidad. Puede ayudar a paliar la rigidez muscular de los pacientes, uno de los síntomas principales de la enfermedad de Parkinson. Se recomienda estirar los principales grupos musculares, con una duración de entre 30 y 60 segundos por estiramiento.
  • Entrenamientos combinados. Aúnan ejercicio aeróbico, fuerza y flexibilidad. Es el caso de actividades como el baile, el aerobic acuático o técnicas orientales como el tai chi, yoga o pilates.

 

Es recomendable combinar estos ejercicios físicos con otros que permitan al paciente mantener su calidad de vida. Es el caso de ejercicios faciales para combatir las dificultades para tragar o hablar (hacer muecas o exagerar los movimientos de la cara y los labios) o ejercicios para entrenar la memoria (puzles, memorización de elementos, nombrar colores, etc.)

La práctica deportiva es uno de los grandes aliados de los pacientes con Parkinson para retrasar los efectos de la enfermedad y mantener su autonomía.

 

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