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Hipercolesterolemia. Día Mundial del Colesterol.

HIPERTENSIÓN - 10 de septiembre de 2017

Tu salud tiene hoy una cita imprescindible. Cada 19 de septiembre está marcado en rojo en el calendario como el Día Mundial del Colesterol, una patología que afecta a unos 23 millones de españoles, aunque la mitad de ellos no lo sabe. Hoy te contamos todo lo que necesitas saber, tanto si quieres bajar tus niveles de colesterol como si quieres seguir manteniendo un buen estado de salud.

Muchas personas creen que el colesterol es algo malo, cuando no es así. Todos tenemos colesterol (en su mayor parte se genera en el hígado) y lo necesitamos. La formación de las células cerebrales, las células nerviosas y ciertas hormonas dependen de esta sustancia. El problema viene cuando circula en cantidades excesivas. De ahí viene la famosa diferenciación entre el ‘colesterol malo’ y el ‘colesterol bueno’. 

El ‘colesterol malo’ transporta la grasa por nuestro organismo. En ese viaje, y sobre todo cuando hay mucha, parte de la grasa se va acumulando en las paredes de las arterias. Cuanta más grasa se acumula, más aumenta el riesgo de una enfermedad cardiovascular. Ahí entra en escena el ‘colesterol bueno’, que evita que esa grasa se acumule, recogiéndola y devolviéndola al hígado.

La clave del manejo del colesterol está en equilibrar los dos niveles. Por separado, el ‘colesterol bueno’ debe estar en un mínimo de 40 miligramos por decilitro, mientras que el ‘malo’ no debe sobrepasar los 130. Juntos, no deben sobrepasar los 200 miligramos por decilitro.

Lo que puedes hacer

Los niveles de colesterol se pueden elevar por distintas causas, y no todas se pueden cambiar. Algunas hacen referencia a la edad o al sexo de la persona, y otras más a la herencia: por ejemplo, los genes pueden determinar la rapidez con la que trabaja el ‘colesterol bueno’.  Por esta razón, si tus niveles sobrepasan los límites deberías consultar con tu médico. Él te orientará sobre el probable origen de esa elevación e iniciará el oportuno tratamiento.

En ese tratamiento la alimentación será fundamental. Debemos tener en cuenta que nuestros peores enemigos son las grasas saturadas (presente en alimentos de origen animal y algunos aceites vegetales como el de palma) y los ácidos grasos ‘trans’ (bollería industrial, gallegas, helados, snacks…). Pero no hay enemigos sin aliados. Si queremos ayudar a bajar el colesterol, en nuestra dieta no deben faltar la avena, la cebada, las legumbres, las frutas, las verduras, los frutos secos, el aceite de oliva, la soja y el pescado graso.  

Combinar una buena alimentación con un poco de ejercicio físico a diario te ayudará a aumentar la producción de ‘colesterol bueno’. No es difícil y sin duda merece la pena. Por eso, si aún no tenías marcado en rojo el 19 de septiembre en tu calendario, es hora de hacerlo y de apostar por unos hábitos de vida cardiosaludables.

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