ESCLEROSIS MÚLTIPLE - 5 de noviembre de 2021
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que implica pérdida de peso y desnutrición, debidas principalmente a la movilidad reducida, dificultad física para comer o beber, falta de apetito, fatiga, disfagia o dificultad para tragar (puede afectar a un 30-40% de los pacientes de EM) y/o a una dieta inadecuada. Por tanto, la nutrición es un tema de vital importancia para las personas afectadas.
Aunque en el pasado se atribuyeron propiedades curativas a algunos alimentos o dietas, lo cierto es que no existe evidencia de ningún alimento que tenga un efecto “mágico”. Pero sí es cierto que la alimentación cobra especial importancia en la esclerosis múltiple, y aunque no se ha descrito una dieta específica para la patología, lo ideal es que sea variada y equilibrada; en este sentido, la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y pescado, es la básica para los afectados por EM.
Sí existen algunas recomendaciones en cuanto a algunos nutrientes específicos:
Ácidos grasos omega-3: el ácido docosahexaenoico (DHA) se encuentra en el cerebro humano en alta concentración y ejerce una acción antiinflamatoria, antitrombótica e inmunomoduladora, desempeñando un papel importante en la expresión de los genes, y ejerciendo un efecto neuroprotector. Los niveles de DHA disminuyen en los pacientes con EM. Por tanto, es importante reforzar su ingesta, consumiendo pescados azules o de aguas frías: salmón, atún, sardinas, caballa, anchoas o arenques son muy ricos en este ácido graso.
El consumo de fibra procedente de los alimentos tiene un efecto beneficioso sobre la microbiota intestinal, que también produce un efecto inmunomodulador, y es fundamental para combatir el estreñimiento. Fuentes ricas en fibra: frutas y verduras, cereales integrales y legumbres.
Vitaminas: lo ideal es evitar el tabaco y el alcohol ya que aumentan los requerimientos de vitaminas. Las situaciones estresantes, como puede ser el padecimiento de la EM, hacen aumentar los requerimientos de vitamina C (presente en frutas y verduras), B-6 (carnes, pescado, vísceras) y E (aceite de oliva y girasol). Lo más recomendable es adquirir las vitaminas a través de la alimentación para evitar consumirlas sintéticas, que pueden producir hipervitaminosis (exceso de vitaminas), que también tiene un efecto perjudicial en el organismo.
Si las necesidades de hierro están aumentadas, la mejor fuente es la animal, pues este hierro se asimila mejor que el procedente de los vegetales. Hay que tener en cuenta que la absorción de hierro es mayor en presencia de vitamina C; en cambio, el café tiene un efecto contrario.
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica, inflamatoria y autoinmunitaria del sistema nervioso central, que conduce a una degradación generalizada de la vaina de mielina, produciendo lesiones en las neuronas dando lugar a discapacidad en adultos jóvenes. Se desconoce la causa de la enfermedad, aunque la investigación apunta a que factores genéticos, inmunológicos y ambientales, incluso víricos, podrían estar involucrados en el origen de esta patología.
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