ESCLEROSIS MÚLTIPLE - 28 de agosto de 2020
La realidad virtual ha llegado para quedarse. De momento, la hemos visto en videojuegos, se ha implementado en visitas interactivas de museos y se utiliza en el diseño de automóviles y de tecnología. Ahora, investigadores de la Escuela de Medicina de la UNC (Estados Unidos) le han dado un nuevo uso, la detección temprana de la esclerosis múltiple.
Este equipo de científicos seleccionó a un grupo de personas, con la enfermedad y sin ella, y utilizó un sistema de realidad virtual para tratar de engañar a su cerebro haciéndole creer que estaban cayendo mientras caminaban por una cinta de correr. Con este experimento, pudieron encontrar claras diferencias entre las reacciones de las personas con esclerosis múltiple y las de las que no padecen la enfermedad.
Tras analizar y desarrollar las conclusiones del estudio publicado en la revista científica PLOS ONE, los autores creen que una prueba basada en la realidad virtual como esta se podría utilizar en las clínicas de neurología para informar lo antes posible a pacientes con esclerosis múltiple de sus deficiencias de equilibrio y, así, tomar de manera temprana medidas que puedan reducir su riesgo de caídas.
Tal y como explica Jason Franz, profesor asistente del Departamento Conjunto de Ingeniería Biomédica del Estado de la UNC/NC e investigador principal del estudio, “los resultados sugieren que uno puede usar la realidad virtual para detectar problemas de equilibrio que generalmente pasan desapercibidos hasta que el individuo comienza a experimentar caídas reales en casa o en el trabajo".
Junto con el entumecimiento de los músculos, el hormigueo, la fatiga y el deterioro cognitivo, los problemas de equilibrio al caminar son uno de los síntomas más comunes y característicos. Esta última señal de la enfermedad se manifiesta de manera inesperada, lo que hace que los pacientes tengan el doble de riesgo de caerse y suelen caerse de media, al menos, una vez al año.
Es por ello por lo que, con esta tecnología, los investigadores trataron de desarrollar una prueba que pudiera identificar deterioro del equilibrio al caminar incluso en personas a las que no se les hubiera diagnosticado la enfermedad previamente.
"Cuando caminamos, nuestros cerebros usan una variedad de canales de retroalimentación sensorial, incluyendo sensores de fuerza en nuestros pies, para guiar nuestros movimientos y hacer correcciones de un paso a otro. Pero, en las personas con esclerosis múltiple, esos sensores de fuerza pueden llegar a ser menos fiables, por lo que las personas necesitan confiar más en otros canales, especialmente la visión", explica Franz.
La escena de realidad virtual que veían los sujetos del experimento era un pasillo por el que estaban caminado a la misma velocidad que lo hacían por la cinta de correr y, a veces, esa escena se tambaleaba de lado a lado para crear la ilusión de inestabilidad, desencadenando una reacción correctiva.
La primera hipótesis que manejaban los especialistas era la de que las personas con esclerosis múltiple tendrían unas reacciones correctivas diferentes, algo que se demostró en las pruebas gracias a la realidad virtual. "Durante la marcha normal sin realidad virtual, incluso con nuestro sofisticado equipo de laboratorio, incluida una batería de cámaras de captura de movimiento 3D, no pudimos distinguir eficazmente a las personas con la enfermedad de las personas sanas", confiesa el líder de la investigación.
La utilización de la realidad virtual como herramienta de diagnóstico podría tener múltiples aplicaciones y servir de gran ayudad para acortar los tiempos de detección de las enfermedades, algo que puede mejorar la calidad de vida de los pacientes y salvar muchas vidas.
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