ANISAKIS - 7 de mayo de 2019
Como ya hemos tratado en anteriores artículos, el anisakis se encuentra en el 36% del pescado que se consume en España, lo que obliga a extremar las medidas de prevención. Lo que quizá no conoces es que el anisakis no afecta por igual a toda la población, ya que, personas con una patología previa, ancianos y niños pueden verse perjudicados en mayor medida.
Los productos que se encuentran más contaminados habitualmente por el anisakis son el bacalao, la sardina, el boquerón, el salmón, la merluza, la pescadilla, la caballa, el bonito, el calamar y la sepia. Casualmente, muchos de estos pescados son los que elegimos para los niños, en los que la ingesta de pescado contaminado puede causar:
Ocurre cuando las larvas vivas penetran en el tubo digestivo, adhiriéndose a la mucosa y provocando síntomas como dolor de tripa intenso después de entre 1 y 12 horas tras la ingesta de pescado. Los síntomas más frecuentes como diarreas y vómitos se pueden confundir fácilmente con una intoxicación alimentaria, incluso una apendicitis, por lo que el antecedente de haber comido pescado crudo o poco cocinado es muy importante en estos casos. Aunque es más frecuente que el parásito provoque una obstrucción en adultos, si la larva se ha asentado en las paredes de los intestinos, sería necesario realizar una endoscopia cuanto antes, también en los niños, ya que la larva del anisakis tiende a esconderse.
Este parásito tanto vivo como muerto puede provocar un cuadro alérgico que se presentará de diferentes formas, como urticaria (picor y habones en la piel), rinoconjuntivitis alérgica (picor de nariz y ojos, estornudos y conjuntivitis), dificultad para respirar y, menos frecuentemente, reacción anafiláctica. Estos síntomas pueden aparecer entre 1 y 24 horas tras la ingestión, y deberían tratarse con antihistamínicos o corticoides infantiles.
Al ser una alergia que no es muy común en los niños, a los pediatras les resulta difícil diagnosticarla, y lo primero que tienden a pensar es que se encuentran ante alguna de las alergias alimentarias más frecuentes como a la leche, al gluten, al huevo, al pescado, a la fruta o a las legumbres. Pero una vez descartadas estas posibilidades, y en función del tiempo que haya transcurrido entre la ingesta de pescado por parte del niño y la aparición de los síntomas, es posible que el especialista comience a tener sospechas de encontrarse ante un caso de alergia al anisakis.
No debemos eliminar el consumo de pescado en niños, puesto que forma parte de una dieta equilibrada, lo que sí podemos hacer es tomar una serie de medidas para evitar el contagio como las que indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria que son: congelar el pescado que se toma crudo como los boquerones en vinagre o el sushi a -20º durante al menos 24 horas o a -35ºC durante 15 horas. Los restaurantes y empresas de restauración están obligadas a hacerlo y también es necesario cocinar muy bien el pescado en el horno, cocido o frito el tiempo suficiente para que no queden partes crudas.
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