ALERGIA - 10 de abril de 2021
Se conoce como polinosis la sintomatología causada por la sensibilización a los alérgenos presentes en los pólenes. Los pólenes son unos granos más pequeños que la punta de un alfiler, producidos por el aparato reproductor masculino de las flores con el fin de producir la fecundación y formación del fruto. Los alérgenos de los pólenes corresponden a los procedentes de los árboles y plantas que polinizan a través del aire y varían según la vegetación y el clima.
No todo el mundo sufre polinosis. Fundamentalmente, el riesgo de desarrollar la enfermedad viene dado por la conjunción de factores genéticos y ambientales (una exposición a pólenes alergénicos).
Las Cupresáceas son árboles o arbustos, con hojas en forma de escama, habitualmente perennes, de gran altura y muy longevos. No tienen verdaderas flores, por lo que la polinización la realizan eliminando gran cantidad de polen desde la base hasta la copa, y su semilla está al descubierto. Dentro de las cupresáceas encontramos árboles como el ciprés, entre muchos otros.
En los últimos años se ha reconocido su alergenicidad en España. La polinización por ciprés se produce desde octubre hasta abril, aunque la mayoría de los pólenes se recogen durante el primer trimestre del año. La incidencia del polen al ciprés era algo excepcional hace unas décadas, pero ha aumentado su incidencia debido a las temperaturas más suaves del invierno y el efecto invernadero de las grandes ciudades.
Los síntomas pueden aparecer a cualquier edad, aunque el inicio suele ser más frecuente en la infancia y en la juventud, y tienden a persistir en el tiempo. La sintomatología es muy similar a la producida por los cuadros infecciosos virales (catarros), y consiste en afectación naso ocular (estornudos en salva, picores en la nariz y en los ojos, enrojecimiento ocular, lagrimeo, hidrorrea y congestión nasal) y ocasionalmente tos y asma.
Existen factores de riesgo que nos predisponen a padecer alergia a este tipo de polen, como puede ser:
Si un paciente presenta síntomas, debe acudir al especialista en Alergología (si está en edad pediátrica, puede acudir al pediatra especializado en alergología), para someterse a una serie de pruebas y confirmar si ha desarrollado alergia a uno o varios pólenes y prescribirle un tratamiento y unas medidas de evitación del polen causante de la alergia.
Entre los tratamientos se encuentran la medicación para aliviar los síntomas, como por ejemplo los antihistamínicos o corticoides inhalados. El especialista también valorará si el paciente es candidato a recibir inmunoterapia específica con el alérgeno, que puede ser de administración sublingual o subcutánea, con el fin de tratar la causa de la enfermedad y así reducir los síntomas y el consumo de medicación sintomática.
Los pacientes deben ser informados sobre el comienzo, duración y finalización del periodo de polinización inductor de su alergia, para que sepa cuándo deben iniciar y finalizar las medidas de evitación y el tratamiento farmacológico. Las medidas de evitación se basan principalmente en mantenerse durante el pico de polinización el mayor tiempo posible en el interior de las casas con las ventanas cerradas, siendo útil el uso de aire acondicionado con filtros, para que la exposición sea lo menos posible. Los recuentos diarios de pólenes que proporcionan los medios de comunicación también pueden ser de ayuda para este objetivo.
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