Seguridad Alimentaria: Cuáles son los mayores riesgos de intoxicación

Algunos de los errores más comunes en seguridad alimentaria, que se realizan con más frecuencia de la que se debería, son el de descongelar a temperatura ambiente en vez de la nevera o cortar el trozo del melocotón u otra fruta con moho y comernos el resto o guardar los huevos fuera de la nevera.

Los microorganismos más comunes y que generan intoxicación alimentaria se encuentran fundamentalmente en los huevos como la Salmonella, en el pollo u otras aves como el Campylobacter, en el pescado como el Anisakis o en alimentos listos para su consumo como ensaladas, sándwiches, conservas de pescado, carne/ y/o verduras ·o en carne cruda/curada como los embutidos en el caso del Staphylococcus aureus. También podemos encontrar sobre todo en pescados o mariscos en mal estado, la presencia de toxinas o metales.

Te damos pautas básicas que poder aplicar y prevenir una intoxicación alimentaria:

1. Planifica tus comidas para no tener que descongelar en el momento a temperatura ambiente y poder hacerlo en la nevera y para reducir el desperdicio alimentario.

2. La nevera debe estar máximo a 4 grados y el congelador a -18 grados. La parte más fría de la nevera es la parte baja y esta desciende de abajo a arriba y la parte menos fría la puerta, además de que sufre muchas oscilaciones de temperatura que pueden provocar que el alimento se estropee. Así que no, los huevos en la puerta de la nevera no se guardan.

3. Lavar bien frutas y verduras y cocinar lo suficiente los alimentos. Vigilar las salsas que contengan alimentos crudos.

4. Respetar las fechas de caducidad que para algo están, nos aseguran que ese alimento está en buen estado sin generarnos ningún daño o síntoma.

5. Usar tablas de cortar diferentes por grupos de alimentos: verduras, pollo, pescado… ya que, si no, puede haber contaminación cruzada de patógenos.

6. Lavarse bien las manos antes de manipular cualquier alimento, al igual que una buena higiene de los utensilios y la superficie de cocina.

7. No lavar los huevos ya que, si hay microorganismos en la superficie, van a pasar al interior ya que la cáscara es porosa, ni tampoco el pollo ya que al igual, si tiene bichitos, van a quedarse por el fregadero contaminando otros utensilios.

8. Como dirían nuestras abuelas, fijarnos en el color y el olor. Aunque no sea un indicador fiable al 100% nos puede dar pistas de si ese alimento está en mal estado y deberemos descartarlo.

9. Si preparas comida para una excursión a la montaña, un tupper para la playa o similar, asegúrate de mantenerlo en buena conservación, sobre todo si son alimentos crudos, consumirlos más rápidamente.

La temperatura favorita de los microorganismos es la temperatura ambiente así que es importante tener esta premisa clara para poder prevenir cualquier intoxicación alimentaria.

Mireia Elías Fernández, Dietista-Nutricionista y fundadora de Alimentación 3S.