¿Es el TDAH una ventaja evolutiva?

El TDAH, o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es un trastorno neuropsiquiátrico que se caracteriza por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad. Es comúnmente diagnosticado en la infancia y puede persistir hasta la edad adulta. Aunque no todas las personas con TDAH presentan la misma sintomatología, en general este trastorno suele caracterizarse por dificultades en la regulación de la atención, la impulsividad, la hiperactividad o una combinación de estos síntomas. Las personas con TDAH a menudo tienen dificultades para concentrarse en tareas específicas, seguir instrucciones, organizar y planificar, y controlar su impulsividad. Estas dificultades pueden afectar su rendimiento académico, sus relaciones interpersonales y su funcionamiento general en la vida diaria¹.

Aunque las causas exactas del TDAH no se conocen completamente, se cree que una combinación de factores genéticos, neurológicos y ambientales contribuyen a su desarrollo. El tratamiento del TDAH generalmente incluye una combinación de intervenciones farmacológicas y terapias conductuales para mejorar la atención, el autocontrol y el manejo de las dificultades².

Si bien, en la actualidad el TDHA es visto como algo negativo, debido a las dificultades significativas en la vida diaria de las personas que lo experimentan, una reciente investigación publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences afirma que estos rasgos fueron muy útiles para la evolución³.

Partiendo de la base de que todos los organismos móviles buscan recursos, eligiendo cómo y cuándo buscar nuevas oportunidades al comparar los rendimientos actuales con el promedio del entorno, surgió la hipótesis de que, en los seres humanos, los estilos de vida nómadas que favorecen la exploración se ven asociados con mutaciones genéticas implicadas en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), indicando que esta condición podría potencialmente afectar las decisiones de búsqueda de recursos en la población general.

Concretamente, el estudio se enfocó en analizar los datos de 457 adultos que participaron en un juego en línea de recolección de bayas. Durante el juego, los participantes tenían la opción de seguir recolectando bayas en el arbusto original o moverse a otro arbusto. Los investigadores descubrieron que aquellos participantes con puntuaciones más altas en el espectro del TDAH tendían a pasar menos tiempo en cada arbusto. En otras palabras, eran más propensos a abandonar un arbusto y buscar uno nuevo. Además, se encontró que estos participantes obtuvieron más puntos en el juego. Por lo tanto, se ha concluido que los individuos con genes asociados al TDAH se beneficiaron de la exploración y la tendencia nómada en esta población, como lo predice la teoría del forrajeo óptimo: esta teoría intenta entender la toma decisiones en cuanto a la selección de alimentos y cómo maximizar el beneficio de sus acciones. Estos hallazgos sugieren que los atributos del TDAH pueden conferir ventajas en el forrajeo (búsqueda de recursos necesarios para la supervivencia) en algunos entornos e invitan a la posibilidad de que esta condición pueda reflejar una adaptación que favorezca la exploración sobre la explotación.

Fuentes:

1. Centers for Disease Control and Prevention.Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Disponible en:  https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/adhd/index.html. Último acceso: marzo 2024

2. Fundación CADAH Causas del TDAH. Disponible en: https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/que-causa-y-que-no-causa-el-tdah.html# Último acceso: marzo 2024

3. Barack DL et al. Attention deficits linked with proclivity to explore while foraging. Proceedings of the Royal Society B 2024; 291: 20222584. https://doi.org/10.1098/rspb.2022.2584