VIDA SALUDABLE - 1 de agosto de 2018
El jengibre es la raíz gruesa y rizada de una planta que se utiliza desde hace más de 3.000 años en la cocina asiática. Su sabor limpio, fresco y muy especiado aporta a los platos una textura desconocida hasta hace unos años en la gastronomía española. La utilización del jengibre en la cocina, además de sabor, suma salud a nuestros platos. Esta raíz tiene propiedades medicinales: mejora la circulación sanguínea y la absorción de nutrientes, facilita la digestión, refuerza el sistema inmunitario y alivia los dolores articulares. Te proponemos en este artículo tres recetas con jengibre muy sencillas. Un entrante, un plato principal y un postre. Toma nota.
Ingredientes:
Preparación:
La crema de calabaza tiene la ventaja de que puede tomarse caliente o fría. La receta que te proponemos es tan sencilla como sabrosa. Sofríe en un poco de aceite el puerro, la calabaza y el ajo. Añade sal y pimienta al gusto y pon todos los ingredientes juntos a cocer. Cuando estén listos, añade un pedacito de jengibre (no mucho porque aporta gran sabor) y pasa la mezcla por la batidora hasta crear la textura que más te guste. Puedes rallar también un poco de jengibre por encima. Y ya está listo. ¿Nuestro consejo? Cuece las verduras en poca agua para que tengan más sabor y reserva un poco de líquido para añadirlo si quieres que la crema quede menos espesa.
Ingredientes (2 personas):
Preparación:
Tan rico como fácil de preparar. Elige unos lomos de atún rojo, fresco o congelado. Ponlos a marinar en un bol con salsa de soja y jengibre rallado durante al menos una hora. Tuesta ligeramente las semillas de sésamo en una sartén sin utilizar aceite y resérvalas. Incorpora el sésamo a los lomos de atún previamente escurridos y deja que se adhiera bien hasta adquirir la textura de un rebozado. Ponlos en una sartén bien caliente con apenas una gota de aceite y mantenlos dos minutos por cada lado. ¡Y listo para comer!
Ingredientes:
Preparación:
De todos los postres que se pueden elaborar con jengibre (y existen mucho), las galletas son la gran estrella. Llevan un poco de trabajo pero el resultado es espectacular.
Precalienta el horno a 180ºC y prepara una bandeja grande untándola con mantequilla o cubriéndola con papel de hornear. Derrite la mantequilla y deja enfriar. Ralla la piel de naranja y mézclala con el azúcar moreno en un recipiente. Utiliza los dedos para crear una masa homogénea.
Es el momento de añadir los copos de avena, la harina, el azúcar con sabor a vainilla, la sal y el jengibre. Mezcla la masa bien con unas varillas e incorpora la mantequilla y el huevo ligeramente batido. Ya solo queda incorporar la confitura de naranja y trabajar bien los ingredientes hasta obtener una masa perfecta. Utiliza una cucharilla para formar bolitas. Si te humedeces las manos, evitarás que se queden pegadas. Colócalas en la bandeja del horno y aplástalas un poco. Queda hornearlas durante unos diez minutos y dejar enfriar. Es una excelente opción para tenerlas siempre a mano. Te solucionan desde un desayuno hasta una merienda.
Nuestra propuesta de menú con jengibre es equilibrada y saludable. Existen muchas más opciones en internet. Nuestro consejo es que incorpores esta raíz a tu dieta. ¡No te arrepentirás!
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