VIDA SALUDABLE - 17 de octubre de 2019
En el anterior artículo pudimos conocer diferentes tipos de quemaduras y su manejo, y como os anticipé, en este artículo os voy a hablar de otros tipos diferentes de quemaduras, las quemaduras eléctricas y las químicas.
Las quemaduras eléctricas, son las más graves de todas las quemaduras y afectan normalmente a la piel y a los tejidos más profundos. Se producen principalmente en el ámbito doméstico y laboral, y son la causa más frecuente de amputación en unidades de quemados. El 15% de las víctimas sufren lesiones traumáticas además de sus quemaduras. Dentro de éstas hay varios tipos:
A parte de éstas, existen otro tipo traumatismos indirectos. Dentro de éstos podemos encontrar:
En estas situaciones hay que derivar al paciente rápidamente a un centro especializado. No siempre tiene la misma gravedad, dependerá del voltaje al que ha estado expuesto el herido, pero es fundamental que sea evaluado por un especialista.
El manejo de la quemadura eléctricas es igual que el de las térmicas, salvo que son más profundas y está indicado también la sulfadiazina argéntica y con nitrato de cerio, por su mayor penetración en los tejidos más profundos lesionados.
También como en las térmicas, hay que retirar a la víctima de la fuente con materiales que no sean conductores, como palos, trajes aislantes, etc, y nunca se debe echar agua, aunque se prenda fuego, ya que agravaría la situación al ser un gran conductor. En estos casos, se debe apagar el fuego por sofocación.
Por ultimo tenemos las quemaduras químicas, que pueden producirse por ácidos y por álcalis de sustancias orgánicas, entre otros. Se consideran un tipo de urgencia de patología compleja de manejar. La intensidad viene determinada por la concentración, cantidad, tiempo, penetración tisular y la toxicidad del mecanismo de acción del químico.
Es importante determinar qué clase de químico es, para así poder analizar si contamos con el antídoto concreto para poder aplicarlo. No existe la experiencia suficiente para determinar su manejo y estandarizar todas sus recomendaciones. En general hay que lavar la zona con abundante agua, cuanto más tiempo apliquemos el agua mejor reaccionará la herida, y también es importante la rápidez con la que se limpie la herida, ya que cuanto antes se haga, mejor va a reaccionar, ya que el producto no profundiza tanto.
Importante saber que la particularidad de estas quemaduras puede ser en un inicio poco profunda, pero pueden evolucionar rápidamente en profundas. Ante cualquier duda se debe acudir a un centro especializado y llamar al instituto de toxicología nos puede ayudar en su manejo, ya que son los profesionales que más al tanto están de estas sustancias químicas y rápidamente nos informarán de cómo actuar y si ese agente pudiera tener un antídoto.
Importante compartir con vosotros que los datos que aparecen son sacados de las guías y protocolos que contamos en los hospitales con unidad de quemados y guías de las diferentes comunidades autónomas y experiencias laborales. Nunca se debe valorar a un quemado, ni hacer nada que pueda agravar su situación si no estamos seguros.
Redactado por:
Jana Lillo