VIDA SALUDABLE - 25 de noviembre de 2019
Quizás has oído alguna vez que fumar tabaco en pipa de agua o shisha, como se denomina en los países árabes, es menos perjudicial que los cigarrillos convencionales. Es un error. Una nueva investigación científica publicada en la revista de la Asociación Americana del Corazón revela que fumar en pipas de agua provoca la inhalación de químicos tóxicos superiores al humo del cigarrillo, lo que puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos.
Las pipas de agua son cada vez más frecuentes en muchos locales de ocio de nuestro país. Constan de una cabeza de cerámica que contiene tabaco fresco que puede ser aromatizado y que se quema gracias a una pastilla de carbón vegetal, un cuerpo de cristal que puede contener agua o alcohol y una manguera que termina con una boquilla final por donde se fuma. Consumir una shisha puede llevarnos apenas 30 minutos, pero sus efectos nos pasarán factura a largo plazo.
Además del monóxido de carbono que se produce, el humo de la pipa contiene otros productos químicos potencialmente dañinos como la nicotina, los contaminantes del aire, los productos químicos orgánicos volátiles, los hidrocarburos aromáticos policíclicos, la acroleína, el plomo, el cadmio y el arsénico. Todas estas partículas afectan de manera negativa a la frecuencia cardiaca y a la presión arterial. Su uso continuado se asocia con un mayor riesgo de padecer una enfermedad coronaria, a pesar de que la gente cree equivocadamente que fumar tabaco en una shisha es menos dañino que fumar cigarrillos porque el tabaco se filtra a través del agua.
A nivel mundial, el uso de la pipa de agua se está extendiendo entre los más jóvenes debido a que su utilización está permitida en muchos más lugares que el tabaco, y al aroma que se le suele añadir le otorga un sabor más dulce y afrutado. De hecho, los datos de una encuesta de siete países del Medio Oriente mostraron que las tasas de consumo de pipas oscilaban entre el 9 y el 15 por ciento, que eran más altas que las de consumo de cigarrillos en algunas naciones. En estos países, reunirse en un bar o una casa en torno a una sisha es algo común y socialmente aceptado, aunque normalmente son hombres los que las usan para fumar.
Los investigadores de este estudio estadounidense consideran necesario concienciar a los más jóvenes, que tienen la percepción de que la shisha es menos nociva que el cigarrillo. Animan además a los sanitarios a que elaboren informes sobre esta moda de fumar importada de los países árabes y ofrezcan asesoramiento para ayudar a los pacientes a dejarlo. El tabaco, en shisha o en cigarrillo, sigue siendo un mal hábito.
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