Es uno de los principales problemas sanitarios en España y, probablemente, la enfermedad con mayor incidencia entre la población española. Según el Estudio de Nutrición y Riesgo Vascular en España (Enrica), 23 millones de españoles rebasan el nivel máximo de colesterol en sangre recomendado, que la Fundación Española del Corazón cifra en 200 mg/dl, pero en torno al colesterol hay muchas informaciones contradictorias que generan mucha confusión entre quienes las reciben.
En primer lugar, conviene aclarar que el colesterol es una sustancia grasa natural necesaria para que sean posibles algunas funciones de nuestro cuerpo y que es producido mayoritariamente por el hígado, aunque también se obtiene mediante los alimentos.
Para su transporte en sangre desde el hígado o el intestino hasta los órganos que lo necesitan, el colesterol se une a las lipoproteínas, de las que existen dos tipos: LDL y HDL.
En función del tipo de lipoproteína al que se adhiera el colesterol, se clasifica en bueno o malo. Este último, se une a la partícula LDL y se deposita en la pared de las arterias, formando las placas, mientras que el bueno, al asociarse con las HDL, transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido o almacenado para cuando sea necesario.
Una vez puestos en antecedentes, a continuación, te vamos a contar algunos falsos mitos que existen y explicar la realidad sobre ellos.
- El colesterol muy bajo puede ser perjudicial. Es cierto que es recomendable mantener los niveles de colesterol en sangre en torno a 200 mg/dl, sin embargo, tenerlo más bajos es también saludable porque reduce los factores de riesgo que se traducen en enfermedades cardiovasculares.
- El colesterol elevado afecta más a los hombres. En realidad, es la principal causa de muerte en mujeres, lo que sucede es que las mujeres premenopáusicas tienden a tener índices de estrógenos mayores, que aumentan a su vez los niveles de colesterol HDL. En cambio, una vez pasan esa etapa previa, en plena menopausia y en la postmenopausia, esos niveles de estrógenos disminuyen y los de colesterol LDL aumentan. Eso sí, en comparación con los hombres, el endurecimiento y rigidez de los vasos sanguíneos provocado por la hipercolesterolemia, aparece a una mayor edad en ellas que en ellos.
- Solo lo tiene la gente con sobrepeso u obesidad. Cualquier persona puede tener el colesterol alto. Si bien es cierto que en las personas con sobrepeso y con obesidad se eleva exponencialmente la probabilidad de tener hipercolesterolemia. Pero independientemente de estar en el peso ideal y de seguir una vida equilibrada y saludable, no hay que perder de vista el colesterol.
- Los niños no necesitan preocuparse por el colesterol. Al igual que ocurre con los adultos que siguen una vida totalmente sana, en los niños también se puede manifestar el problema. Es más, en los casos en los que algún progenitor o ambos la padecen, los niños heredan los niveles elevados de colesterol. Esta patología es conocida como hipercolesterolemia familiar.
- La medicación te permite no cuidar la alimentación. Otro falso mito más, que además es muy importante aclarar. La medicación funciona, pero necesita refuerzo. Esto quiere decir que, además de cumplir la pauta marcada por los médicos, hay que seguir unos hábitos de vida saludables para reducir el riesgo a desarrollar una enfermedad de tipo cardiaco o un derrame cerebral.
- La margarina ayuda a mantener los niveles de colesterol más que la mantequilla. Aunque por lo general los niveles de grasas saturadas son mas bajos en las margarinas, en algunos tipos, los niveles de ambos tipos de grasa son mayores. Por ello, es recomendable leer bien la etiqueta antes de comprarlo y buscar aquellas que no tengan ni un gramo de grasas trans ni aceites hidrogenados.