En ensaladas, guisadas o como guarnición de un plato principal, las legumbres admiten mil presentaciones y todas buenas. Alubias, garbanzos, guisantes, habas, lentejas… son tan aptas para el verano como para el invierno y, lo mejor, es que resultan muy saludables. Te contamos en este artículo los beneficios de las legumbres por los que deberías incluirlas en tu dieta si es que todavía no lo haces.
- Fuente de carbohidratos. Las legumbres son una estupenda fuente de los llamados carbohidratos complejos, que se liberan de forma progresiva por lo que aportan energía y vitalidad al organismo durante todo el día.
- Gran valor nutricional. No solo de carbohidratos están hechas las legumbres. Son un alimento completo porque, a los hidratos, se unen sus proteínas y sus aminoácidos esenciales.
- Muchas vitaminas y minerales. Vitaminas B12 y B6 y minerales como el magnesio, el zinc, el potasio, el fósforo o el hierro. Es un alimento ideal para todas las edades y más en estados potencialmente carenciales como puede suceder durante el embarazo o la lactancia.
- Muy saludables. No contienen gluten, son bajas en sal y en colesterol. Todas estas propiedades convierten a las legumbres en un alimento ideal para personas que necesiten seguir dietas especiales para reducir la hipercolesterolemia o la hipertensión.
- Tampoco engordan tanto. Buena parte de la mala fama de las legumbres procede de su alto valor calórico que las lleva a ser apartadas de las dietas de adelgazamiento. Sin embargo, a menudo, se olvida que las legumbres tienen un efecto saciante y son muy ricas en fibra por lo que con pocas cantidades liberamos nuestro organismo de grasas y toxinas.
Al margen de todas estas ventajas, las legumbres admiten mil preparaciones y son muy asequibles. Así que, si todavía no forman parte de tu dieta, ¿te animas a probarlas?