logo
Inicio > Noticias > déficit de atención > > TDAH y grupo de amigos ¿Sabemos comprender las dinámicas más frecuentes?

TDAH y grupo de amigos ¿Sabemos comprender las dinámicas más frecuentes?

DÉFICIT DE ATENCIÓN - 24 de febrero de 2023

Un niño o adolescente con un diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) suele experimentar numerosos problemas a la hora de seguir dinámicas, descifrar códigos sociales o hacer nuevos amigos, debido mayormente a algunos de los comportamientos que este rasgo genera, como la falta de autocontrol o el exceso de actividad.

Así, estas personas pueden malinterpretarse a veces como “demasiado intensas” al ser grandes habladores o pueden parecer “molestos” o “egoístas” cuando no prestan atención a lo que otra persona les está contando.

En definitiva, son muchas las conductas que puede adoptar una persona con TDAH y que, en general, y especialmente en el contexto de un grupo de amigos, puede generar conflicto o rechazo por parte de sus iguales, haciendo que se deje de lado a esta persona por no saber integrarse en la pandilla.

Por ello, es importante saber entender qué rasgos son propios o dan respuesta al TDAH, en primer lugar, para comprender mejor a nuestro amigo, y en segundo lugar, para facilitar su adaptación y bienestar en el grupo. Entre las dinámicas más frecuentes que podemos detectar están:

  • Comportamientos disruptivos: En el grupo de amigos, son habituales las dinámicas de cooperación o respeto a los turnos de juego o palabra, algo que es complicado de acatar a las personas con TDAH. Del mismo modo, actitudes de impulsividad o intrusivas pueden ser habituales. La persona con TDAH tratará de encajar o ser aceptado imitando las conductas del resto de amigos del grupo, lo que puede hacer que adopte un nivel de confianza que todavía es percibido como inapropiado por la otra persona.
     
  • Hostilidad y enfrentamientos: De nuevo, el comportamiento impulsivo puede hacer que las respuestas ante los conflictos sean más agresivas o directas que las del resto del grupo. También, el déficit de atención da lugar a una mayor probabilidad de malentendidos sobre el comportamiento de los amigos y las situaciones.
     
  • Dificultad para la propia gestión emocional: A menudo las personas con TDAH son clasificados como excesivamente intensos o, por el contrario, totalmente apáticos. Esto es por la falta de autorregulación emocional que produce el trastorno, haciendo que estos sujetos puedan ser muy insistentes y eufóricos cuando desean algo, muy sensibles cuando están tristes pero, por otra parte, pueden bloquearse totalmente ante el miedo o el dolor. Esta intensidad y duración en la experimentación de las propias emociones da lugar a manifestaciones muy acusadas de los sentimientos, algo que puede abrumar a la otra persona si no es capaz de entenderlo.

Como hemos mencionado, estos comportamientos pueden hacer que la persona no sea aceptada o querida en el grupo, especialmente durante la infancia. Por ello, es importante que exista una pedagogía en el aula sobre las personas con TDAH y más allá de esto, que el resto de sus amigos de pandilla, lejos de justificar todas sus acciones debido al TDAH, encuentren en estas conductas una explicación a muchos de sus comportamientos. Algo que, sin duda, les hará sentirse validados, entendidos y acompañados dentro del círculo social.

 

Más información en A3S.

Redactado por:

Ana Gutiérrez Frutos

N.º. Col. M-33182. Psicóloga General Sanitaria

¿Te ha gustado esta noticia? Comparte:

audicion_sana_mobile_home