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Mi hijo es hiperactivo, ¿qué puedo hacer?

DÉFICIT DE ATENCIÓN - 6 de febrero de 2018

Nadie nace sabiendo, tampoco los padres. Lo conoces bien si tienes un hijo hiperactivo. La mayoría de los padres con pequeños con TDAH se muestran desconcertados y desorientados por lo que les sucede a sus hijos. “No lo entiendo, qué le pasa a mi hijo, por qué no es como los demás”. Son algunas de las preguntas más frecuentes. Curiosamente, el diagnóstico de hiperactividad suele suponer para los padres un alivio. “Ahora por fin sé qué le sucede”.

Si tu hijo acaba de ser diagnosticado, lo primero es que entiendas qué le pasa. Estos ejemplos pueden servirte de ayuda: los niños con déficit de atención o hiperactividad no escuchan o no se fijan; empiezan muchas cosas pero no son capaces de acabarlas; dicen lo primero que se les ocurre, sin pensar… El listado es largo y el déficit de atención e hiperactividad puede afectar a todo tipo de tareas en la vida de tu hijo: aseo, limpieza, alimentación, orden, deberes escolares…

Y ahora que ya sé qué le pasa a mi hijo, ¿cómo puedo ayudarle?

Las asociaciones de padres de niños con TDAH te recomiendan una serie de estrategias para que puedas enseñar a tu hijo a autorregularse y autocontrolarse. Lo más importante es que le refuerces en estos tres aspectos:

  • Ambiente: Establecerle una serie de hábitos y rutinas, fijarle pautas de organización del trabajo y de horarios y enseñarle a aceptar órdenes y normas le serán de gran ayuda para controlar los síntomas del TDAH.
  • Información: Colocar carteles, fotos, dibujos, contadores, señales acústicas o relojes es otra buena medida para ayudarle a concentrarse y a fijar la atención.
  • Interiorización de los procesos: No está de más que establezcas entre tú y tu hijo una guía externa de conducta para que sepa cómo debe comportarse ante cada situación. Prueba también a que repita en voz alta las instrucciones que le des, con lo que conseguirá retenerlas mejor. Y, por último, ayúdale a tomar sus propias decisiones. Puedes explicarle que todos tenemos problemas, también los padres, pero que, poniendo de nuestra pare, podemos solucionarlos.

Como te decíamos al principio de este artículo, el diagnóstico es solo el principio de un viaje que, con conocimiento, esfuerzo y mucha voluntad, no solo os llevará a buen puerto sino que también reforzará los lazos de amor entre tú y tu hijo.

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