DÉFICIT DE ATENCIÓN - 26 de noviembre de 2020
La vitamina D juega un papel muy importante a la hora de absorber a nivel intestinal el calcio, regula sus niveles y los del fósforo en sangre, ayuda a la formación correcta y normal de los huesos y de los dientes, interviene en los procesos del sistema inmunológico, además de ser indispensable para el mantenimiento de los órganos. Pero ¿qué relación tiene con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?
Un estudio publicado en el Journal of American Academy of Child and Adolescent Psychiatry de la Universidad de Turku, en Finlandia, ha revelado que la deficiencia de la vitamina D durante la gestación aumenta el riesgo de que el hijo desarrolle TDAH.
Para llevar a cabo la investigación, contrastaron los datos de 1.067 niños y niñas diagnosticados con TDAH en Finlandia, con los de un grupo, con el mismo número de integrantes, sin ese trastorno.
Durante el análisis, los investigadores de la universidad escandinava pudieron evidenciar que un bajo nivel de vitamina D durante el embarazo está estrechamente relacionado con el riesgo de que el hijo pueda desarrollar TDAH en algún momento.
La mayor fuente natural de vitamina D y que más accesible podemos encontrar es el sol, por ello, algunos dermatólogos consideran que tomar el sol durante 15-30 minutos al día aporta el 80% de la cantidad de esta vitamina que se recomienda.
En países como Finlandia, en los que el sol aparece durante muy pocas horas al día, las autoridades sanitarias han recomendado la ingesta de complementos vitamínicos para subsanar este déficit y lograr alcanzar esa cantidad.
Además del sol y de los suplementos multivitamínicos, podemos encontrar en nuestros supermercados diversos alimentos que son considerados como una gran fuente de vitamina D.
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