DÉFICIT DE ATENCIÓN - 2 de junio de 2019
El sueño es el gran reparador de nuestro organismo y, más allá de los beneficios que produce, un último estudio desarrollado por el Cincinnati Children’s Hospital (Estados Unidos) apunta que el descanso beneficia a los adolescentes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), porque las horas de sueño les ayudan a concentrarse, a planificar más eficientemente sus tareas y a controlar mejor sus emociones.
Dormir menos de 8 horas al día afecta al rendimiento del cerebro y, en los jóvenes con TDAH, puede provocar que tengan problemas para establecer metas, elaborar planes y llevarlos a cabo. Por ello, aumentar las horas de sueño tiene un impacto muy positivo en estos pacientes, que se traduce en una mejoría en su rendimiento académico, sus relaciones sociales y la gestión de sus emociones.
La investigación consistió en monitorizar a pacientes adolescentes con TDAH diagnosticado. Para ello, durante la primera semana, durmieron solo seis horas y media por la noche. La segunda semana incrementaron su tiempo de descanso hasta las nueve horas y media. Después, los investigadores entregaron a los todos los jóvenes que participaron en el estudio un test de evaluación de la conducta de la función ejecutiva. Con esta prueba, se midieron las áreas de la función ejecutiva como la memoria de trabajo, la planificación y la organización, el control emocional, la iniciativa y la inhibición para mostrar sus sentimientos ante los demás. Los resultaros fueron que, tras analizar las pruebas, había mayores déficits en todas las áreas evaluadas en la semana que menos durmieron.
"Esta investigación revela que el aumento del sueño podría tener un impacto significativo (y positivo) en el funcionamiento académico, social y emocional de los adolescentes con TDAH, y el sueño podría ser un objetivo futuro importante para intervenciones futuras", comentaron los investigadores en el comunicado de prensa. Hasta entonces, se habían desarrollado investigaciones sobre la relación de la falta de sueño y el trastorno de TDAH, pero nunca se había estudiado en concreto a este grupo de población tan característico.
Y es que, el adolescente con TDAH se encuentra en un periodo de cambios, característico en todos los niños de su edad, pero a ello se suma el déficit de atención, la hiperactividad e impulsividad que aparecen en los pacientes con esta enfermedad. Además, otro problema que puede surgir en los pacientes con TDAH está relacionado con el déficit de autorregulación emocional (capacidad de gestionar y reaccionas antes las emociones) que puede acentuarse durante la etapa de la adolescencia.
Muchos niños y adolescentes con TDAH tienen problemas para dormir, o están inquietos durante la noche por sufrir pesadillas, por lo que es importante seguir unas rutinas de sueño y evitar los estimulantes como cafeína o azúcar por la tarde para facilitar el sueño que, como hemos visto, es muy importante para controlar esta enfermedad.
También hay que evitar el uso de móviles, tablets y ordenadores antes de dormir, ya que la luminosidad de las pantallas puede afectar a la calidad del sueño. En definitiva, incrementar las horas de descanso puede convertirse en un buen aliado para tus hijos con TDAH.
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