SALUD PULMONAR - 7 de mayo de 2021
Dentro de la ambivalencia que comúnmente caracteriza la decisión de dejar de fumar, uno de los temores más extendidos que juega en contra es el posible aumento de peso que pueda desencadenarse al abandonar este hábito.
En aquellos que conviven con la indecisión interna del “debería dejarlo, pero…”, puede que la posibilidad de ganar unos kilos sea uno de los motivos que inclinen la balanza hacia continuar siendo fumadores.
En este artículo daremos respuesta a las siguientes preguntas: ¿Es cierto que engordamos cuando dejamos de fumar?
Cuando se deja de fumar existe una tendencia (que no garantía) a coger peso debido a diversos factores:
Según un estudio de metanálisis publicado en la relevante revista médica British Medical Journal (BMJ), el aumento de peso medio tras un año sin fumar resulta en 4,7 kilos. Un estudio que confirma la ganancia de peso asociada a este hábito pero que a su vez enfatiza dos resultados significativos. Por un lado, se expone que no siempre existe un aumento de peso, de hecho, entre el 16% y el 21% de los exfumadores adelgazó. Por otro lado, afirma que el aumento de peso es más acusado en los primeros meses tras dejar el hábito, es decir, el incremento de peso se da especialmente al principio, y después se estabiliza paulatinamente.
El mensaje de este estudio se dirige en especial hacia aquellos/as exfumadores que, preocupados por el vertiginoso aumento de peso del primer año, dudan si volver a los cigarrillos para frenar los siguientes kilos. Los expertos alientan a continuar ya que el aumento de peso cada vez es menor y señalan que su riesgo no es comparable con el riesgo a la salud que implica el tabaquismo.
Redactado por:
Ana Gutiérrez Frutos
N.º. Col. M-33182. Psicóloga General Sanitaria