Inseguridades, comparaciones y miedos: Cómo afecta la Psoriasis a la autoestima

“Castigo”, “injusticia” o “carga” son palabras con las que algunos pacientes afrontan el diagnóstico de una enfermedad crónica. Empezamos a sentir que nuestro entorno, e incluso nosotros mismos, nos ve como un sinónimo de la enfermedad. Nuestra identidad parece diluirse y nos convertimos en representantes de ese trastorno, olvidando que la enfermedad no somos nosotros.

Este pensamiento crece todavía más cuando la enfermedad que padecemos es visible al resto, llama la atención o hace que nos pregunten por ella. “¿Qué te pasa en la piel?”, por ejemplo. En la era de la cosmética, el gusto por la piel impoluta y la obsesión estética, la psoriasis puede afectar gravemente a la percepción que tenemos de nuestra apariencia, y por ende, de nosotros mismos. Así, cuando hablamos de una persona que padece psoriasis, debemos trabajar a fondo cómo afecta eso a su autoestima personal.

Nuestra relación con nosotros/as mismos/as

En primer lugar, debemos saber qué es la autoestima y cómo se construye. La autoestima es el valor que nos damos, una construcción constante de la relación con nosotros mismos. ¿Qué quiere decir esto? La autoestima es cambiante, y como toda relación, debemos cuidarla. A lo largo de nuestra vida, según nuestras experiencias, vamos construyendo nuestra estima personal. Así, por ejemplo, si conseguimos una gran meta, nos sentiremos mejor con nosotros. Pero este es un proceso lento y necesitamos tiempo para consolidarla. Del mismo modo, una baja autoestima se fundamenta en creencias y opiniones negativas sobre nosotros, por lo que tenemos el poder de cambiarlo.

Trabajar la autoestima y la percepción del físico en pacientes con psoriasis es vital: aprender a no compararnos, a no reducir nuestra apariencia física solo a lesiones médicas o cicatrices, y medir nuestros éxitos según nuestras capacidades y no por las alteraciones de nuestra piel. Aquí van algunas claves que debes tener en cuenta cuando hablamos de autoestima:

• Uno de los factores principales que influyen en la construcción de nuestra autoestima es la opinión que los demás tienen de nosotros. Rodearnos de amigos y familiares que nos valoran y nos quieren es fundamental, pues ellos nos recordarán cómo somos y cuánto valemos cuando nosotros no podamos verlo.
   
• Como hemos visto, la autoestima no se basa en las experiencias sino en las interpretaciones que hacemos de ella. Por ello, cuando pasemos por un momento complicado o nos enfrentemos a un reto, en lugar de generar una creencia negativa sobre nosotros, podemos reconocernos lo valientes que hemos sido o lo bien que lo afrontamos.
   
• Estar cerca de personas en la misma situación, a las que admiramos y creemos capaces de enfrentarse a todo, puede mejorar nuestra percepción sobre nosotros. Conocer a más personas con psoriasis que se quieren y se sienten orgullosas de su piel.
   
• No debemos subestimar el poder de la autoestima. Como hemos dicho, la construcción de la autoestima es un proceso lento, y sin apenas darnos cuenta, podemos haber creado una imagen de nosotros mismos muy dañina y negativa. Cuando esto ocurre, pensamos que no valemos lo suficiente, dejamos de intentar las cosas, y comenzamos a entrar en un círculo vicioso.

La psoriasis tiene una consecuencia física notable, por ello debemos construir una percepción sobre nosotros mismos sana, que nos ayude a sentirnos más cómodos en nuestra piel, entender que no tenemos nada de lo que avergonzarnos ni nada que esconder.

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