Tratamientos para la Psoriasis

Pocas patologías son tan incómodas como la psoriasis. A la piel seca, al picor, al ardor, a la hinchazón y a la rigidez de las articulaciones asociados a las manchas de la piel se une un componente estético que causa muchos trastornos en quienes lo padecen. En los últimos años, ha aumentado la prevalencia de esta patología en España hasta un 10,7%. No se debe a un agravamiento de la situación sino al aumento de la concienciación de la sociedad hacia esta patología. Cada vez más gente sabe que cualquier persona puede desarrollarla. Por eso no está de más conocer un poco sobre ella y sobre los tratamientos existentes.

Hablamos de una enfermedad crónica que puede aparecer sobre la piel de todo o casi todo tu cuerpo. No tiene cura, pero los avances médicos ayudan a frenar su evolución, a hacer más llevaderos los síntomas y a lograr periodos de remisión cada vez más largos.

Como su localización es variada y existen distintos tipos y grados de psoriasis, es básico que el dermatólogo te proporcione un tratamiento personalizado según las necesidades que tengas. Para ello, existen tres posibles terapias: farmacológica (al injerirlos vía oral actúan desde dentro del cuerpo humano); fototerapia (tratamiento basado en la exposición controlada a luz ultravioleta) y sustancias de uso tópico (lociones, cremas, champús…).

Hábitos de vida saludable

Aunque el uso adecuado de la terapia prescrita por el médico es fundamental, el paciente juega un papel fundamental en la evolución de su patología. Por ejemplo un estilo de vida saludable puede ayudarte a prevenir brotes causados por el estrés. Los consejos más habituales para ello incluyen evitar el consumo de carnes grasas, aumentar  la ingesta de frutas y vegetales, beber mucha agua y evitar el alcohol y tabaco.  Éste es un claro ejemplo del porqué los pacientes deben formar parte del tratamiento. Un hecho del que todavía muchos no son conscientes.

Sea cual sea el grado de psoriasis y el tipo que sufras (ya vimos que no hay dos iguales), el tratamiento requerirá mucha paciencia, fuerza de voluntad y tenacidad. Hay que tenerlo en cuenta porque no solo es una patología incómoda físicamente. También causa un fuerte impacto emocional y psicológico que puede afectarte en las relaciones sociales y familiares, particularmente en la vida en pareja. Precisamente por eso, la actitud es tan necesaria. El apoyo del entorno te ayudará a no rendirse, a superar las dificultades y a ser constante en tu tratamiento.