PÁRKINSON - 2 de septiembre de 2018
Parece medicina ficción pero es pura ciencia. Una proteína contenida en la retina podría ayudar en el futuro a detectar no solo la enfermedad del Parkinson, sino también la gravedad de esta patología. Lo ha descubierto un equipo de científicos de la Universidad de Alicante, en colaboración con investigadores de Estados Unidos. El hallazgo ha sido publicado por la revista Movement Disorders, referencia mundial en neurología clínica que edita la Asociación Internacional del Parkinson y Desórdenes del Movimiento.
El trabajo, fruto de la colaboración entre España y Estados Unidos, se ha realizado con retinas de pacientes de Parkinson ya fallecidos. Estas retinas fueron donadas al Sun Banner, un centro de referencia en Parkinson y Alzheimer, y enviadas después a la Universidad de Alicante para su análisis. Ya en España se ha constatado que la acumulación de una proteína denominada alfa-sinucleína en la retina es un buen biomarcador de la enfermedad de Parkinson. El trabajo se enmarca dentro de un proyecto científico más amplio financiado por la Fundación Michael J. Fox.
Los investigadores españoles han elegido esta proteína porque es uno de los principales indicadores de la enfermedad de Parkinson, una patología que afecta casi a diez millones de personas en todo el mundo. Ya se sabía que los enfermos de Parkinson presentan en el cerebro una acumulación anormal de esta proteína en forma de una estructura denominada cuerpos de Lewy, que además va aumentado a medida que la enfermedad avanza. Lo novedoso de esta investigación es que, por primera vez, se ha conseguido identificar estos cuerpos de Lewy en las retinas de personas con Parkinson que han fallecido. Otro valor añadido de este trabajo es que ha encontrado una correlación entre la concentración de esta proteína y la gravedad del Parkinson. Así, cuanto más alfa-sinucleína hay en la retina, más alteraciones de tipo motor y clínico se registran en los pacientes de Parkinson, lo que ofrece evidencias claras de que el grado de afectación de la patología es mayor.
Los autores del estudio han constatado también que la concentración de esta proteína en la retina en forma de cuerpos de Lewy es muy similar a la del cerebro en la enfermedad del Parkinson. De ahí que la medición de alfa-sinucleína en la retina sea un buen biomarcador del Parkinson ya que puede ofrecer información muy útil sobre lo que está ocurriendo en el cerebro. El gran reto que afrontan ahora los investigadores es solventar un problema no menor. Y es que en la actualidad, no existe una técnica aplicada en medicina que permita detectar la alfa-sinucleína en la retina de una persona viva.
El trabajo ha revelado además otros hallazgos de importancia. La acumulación de esta proteína no solo afecta a pacientes diagnosticados de Parkinson sino también a algunos que no presentaban sus síntomas habituales como temblores y lentitud del movimiento. La alfa-sinucleína puede ser así también un biomarcador temprano, que ayude a detectar el Parkinson antes incluso de que aparezcan sus manifestaciones clínicas.
En definitiva, la investigación sobre las enfermedades neurodegenerativas continúa avanzando. Es de esperar que un futuro más o menos próximo lleguen buenas noticias.
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