¿Por qué es tan importante el hierro para nuestro organismo?

Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo contiene hierro. Quizás no lo sabes, pero este mineral desempeña un papel fundamental en el metabolismo humano. Sin su presencia, la sangre no podría llevar oxígeno a cada rincón de nuestro cuerpo, por lo que todo nuestro organismo se resentiría. En este artículo te explicamos por qué es tan importante el hierro para tu cuerpo, cuánto necesitas para llevar una vida normal y dónde puedes encuontrar este mineral.

La consecuencia más relevante de la falta de hierro es la anemia. La hemoglobina, responsable de oxigenar nuestro cuerpo, requiere hierro para su desarrollo. Así, el déficit de este mineral desemboca en lo que se conoce como anemia ferropénica, responsable, entre otros síntomas, de la fatiga. La necesidad de hierro es especialmente necesaria en algunos grupos de población y momentos de la vida. Por ejemplo, mujeres premenopáusicas, embarazadas, personas que donan sangre con frecuencia o personas que padezcan úlcera, necesitarán un mayor aporte de hierro que la población general.
 

¿Y yo, cuánto hierro necesito?

¿Te has preguntado alguna vez cuánto hierro necesitas y cómo integrarlo en tu organismo?. Lo primero que debes saber es que no hay una cantidad fija. Las necesidades de hierro, como te comentábamos antes, varían mucho de una persona a otra, y factores como la edad o el género también tienen mucho que ver. Con carácter general, las mujeres tienden a necesitar más hierro que los hombres porque lo pierden en distintas etapas de su vida como el embarazo o la premenopausia.

La mejor forma de que el hierro llegue a tu organismo es la dieta, pero no todos los alimentos ricos en hierro tienen la misma capacidad de ser absorbidos por nuestro cuerpo. Así, es más fácil que nos proveamos de hierro gracias al pescado, la carne y las aves de corral que con las frutas o verduras. Precisamente por eso, algunos veganos estrictos necesitan suplementos nutricionales.

No está de más que conozcas también que algunos alimentos interfieren en la absorción de hierro. Por ejemplo, beber café o té en las comidas puede reducir hasta un 50% y un 60% la absorción de este mineral. Ocurre igual con los fosfatos que incluyen algunas bebidas refrescantes. Así, si tienes déficit de hierro, te recomendamos que reduzcas su ingesta.

Actividad física y dieta equilibrada son dos buenos aliados para que tu cuerpo reciba todos los aportes de hierro que necesita. Si sospechas que tu organismo puede presentar un déficit de este mineral, no temas, una analítica te sacará de dudas y un simple tratamiento médico de permitirá decir adiós a esa molesta sensación de fatiga.