Cuidadores en el Parkinson, ¿quién cuida a esta figura?

Cerca de 150.000 españoles conviven con el Parkinson, la mayoría de ellos supera los 50 años de edad. El Parkinson es una enfermedad compleja, con variedad de síntomas que, en algunas ocasiones, requiere de la presencia de un cuidador, siendo los familiares del paciente los que normalmente realizan esta labor. Algunas veces, la dedicación del cuidador puede pasar factura a su salud, por eso es tan importante cuidar al cuidador. ¿Cómo podemos hacerlo?
 

La formación como aliado

Un diagnóstico de Parkinson suele ser difícil de encajar tanto para el paciente como para su familia. La información y la formación se convierten para ambos en sus mejores aliados. Un paciente bien formado e informado será capaz de mantener mejor y durante más tiempo un alto grado de autonomía. Lo mismo ocurre con el cuidador. Le resultará más sencillo detectar y manejar los nuevos síntomas de la enfermedad que vayan apareciendo con los años. Si eres cuidador de un paciente con Parkinson, es importante que entres en contacto con las asociaciones de afectados. La gran mayoría de ellas organizan reuniones para compartir experiencias y adquirir conocimientos sobre los cuidados y autocuidados.
 

Sigue estos consejos

Además, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha publicado el Manual de habilidades para cuidadores familiares de personas mayores dependientes del que podemos rescatar una serie de consejos.

Físicos

• Cuídate y acude con regularidad a su médico.
• Vigila tu tiempo de descanso.
• Respeta tus horarios de comidas y mantén una dieta equilibrada.
• Toma conciencia de tus límites.
• Aprende a decir no si no es urgente.

Psíquicos y emocionales

• Mantén una actitud optimista para evitar caer en la monotonía.
• Dedica un tiempo al día para hacer algo que te guste.
• Aprende a relajarte ante situaciones que puedan desbordarle.
• Fomenta tu autoestima.

Sociales

• Busca información y asesoramiento profesional en las asociaciones.
• Continúa realizando aquellas actividades o aficiones que te gustan.
• Comparte responsabilidades con otros miembros de la familia.
• Si no puedes salir de casa con frecuencia, utiliza las tecnologías o el teléfono para permanecer comunicado con tu red social.

Cuidar al cuidador es tan importante como cuidar al paciente. No lo olvides. ¡Cuídate para cuidarle!