CELIAQUÍA - 25 de junio de 2018
Uno de cada cien niños españoles sufre enfermedad celiaca; sin embargo, la mayoría de ellos lo desconoce. La celiaquía, causada por la intolerancia al gluten, es una patología bastante frecuente en la edad pediátrica que, sin embargo, a menudo no se detecta. La Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica (ESPGHA) y la Asociación Europea de Asociaciones de Celiacos (AOECS) han hecho un llamamiento a la Unión Europea y sus Estados miembros para que pongan en marcha programas de detección precoz que permitan diagnosticar a los niños de forma temprana.
La ausencia de diagnóstico acarrea problemas como bajo peso y retraso de crecimiento y de la pubertad, anemia por déficit de hierro, fatiga crónica, osteoporosis y más riesgo de enfermedades autoinmunes. El problema reside en que tanto la sociedad como los profesionales sanitarios todavía no son conscientes de la importancia de la celiaquía. Es difícil que, ante un problema de crecimiento en un menor, el pediatra pueda pensar que tiene su origen en la intolerancia al gluten. Por eso, el diagnóstico temprano es esencial para garantizar en los niños un crecimiento y desarrollo normales y libres de síntomas.
Una de las dificultades fundamentales a la hora de diagnosticar la celiaquía es la delimitación de los síntomas. La patología, sobre todo en niños, puede no generar manifestaciones clínicas concretas. Por ello, tanto la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica como la Asociación Europea de Asociaciones de Celiacos recomiendan tener en cuenta no solo los síntomas más comunes de la enfermedad celiaca sino también otros factores como los grupos de más riesgo.
Los síntomas más frecuentes son los siguientes:
Pero, además de estos síntomas, como te comentábamos, hay que tener en cuenta la pertenencia o no de los menores a grupos de riesgo. Para confirmar una sospecha diagnóstica, es importante observar si el potencial paciente tiene familiares en primer grado afectados, si tiene diabetes insulinodependiente, síndrome de Turner, síndrome de Down, síndrome de Williams, enfermedad tiroidea autoinmune o enfermedad autoinmune de hígado.
Los programas de detección precoz de la enfermedad celiaca permiten acelerar el diagnóstico y, con él, el tratamiento. Se reducen de esta forma los riesgos asociados a la enfermedad y se facilita que los niños crezcan y se desarrollen adecuadamente.
La enfermedad celiaca es una patología para la que no existe cura de momento, pero sí un tratamiento eficaz. Y es tan sencillo como evitar exponerse a la proteína del gluten, presente en cereales como el trigo, el centeno o la cebada. El reto ahora es detectar la patología en niños. El diagnóstico precoz es tiempo ganado a la enfermedad.
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