Diez consejos para protegerte del sol

Cada año se diagnostican en España cerca de 150.000 casos de cáncer piel, una patología muy relacionada con la exposición sin protección a la radiación solar. Este pasado 13 de junio se ha conmemorado precisamente el Día Mundial del Cáncer de Piel y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamamiento para extremar las pautas de prevención.

El cáncer de piel tiene su origen en los melanocitos, las células que generan melanina y que dan color a nuestra piel. La radiación ultravioleta provoca cambios en el ADN de estas células y, pese a que nuestro organismo es capaz de repararlos, en algunos casos los cambios son tan notables que provocan un crecimiento desordenado de los melanocitos y dan origen al cáncer. Ahora que se aproxima el verano te ofrecemos diez consejos para que puedas tomar el sol sin temor.

1. No te expongas al sol en las horas centrales del día. El periodo comprendido entre las 12:00 y las 16:00 horas es el peor para tomar el sol. Es esa precisamente la franja horaria en la que la radiación es más intensa. Haz que la sombra sea tu mejor aliado. Árboles, sombrillas, toldos… huye de la radiación cuando el sol más aprieta.
    
2. Fotoprotectores sí, pero comprueba su utilidad. A veces pensamos que basta con aplicarse una crema solar para protegerse del sol. No es así. Lo primero que debes conocer es tu fenotipo de piel, si es clara u oscura, para elegir el factor de protección más adecuado que, en ningún caso, deberá ser inferior a 30. Tienes que comprobar también que el fotoprotector que elijas te proteja de los rayos UVA, UVN e IR-A. Y recuerda que no basta aplicárselo una vez al día. Nuestro consejo es que lo utilices cuando sales de casa y vuelvas a darte la crema cada dos horas y siempre después de un baño.
    
3. Planifica tus actividades en función de la radiación solar. Quizá no lo sabes pero es posible conocer los niveles de radiación ultravioleta de cada día. La Agencia Estatal de Meteorología los mantiene actualizados. Conocer el índice de radiación te ayudará a planificar las actividades que realices al aire libre.
    
4. Ten especial cuidado con la nieve, el agua o la arena. La radiación solar se refleja en distintos elementos hasta multiplicar sus efectos. Así, en la nieve aumentan un 80%, en la arena un 25% y en agua cerca del 10%. Es conveniente que en entornos de montaña elijas un factor de protección más alto del que normalmente utilizas.
    
5. Cuidado con la ropa que eliges. La ropa que te pones cada día puede convertirse en tu salvavidas. Normalmente, los colores oscuros y los tejidos más tupidos te protegerán más del sol que los colores claros y tejidos muy finos. Además, no olvides poner a resguardo aquellas partes de tu cuerpo a menudo sobreexpuestas a la radiación como los pies, las orejas o el cuello. Un sombrero, una gorra o un simple pañuelo siempre te serán de utilidad.
    
6. Ponte unas gafas de sol debidamente homologadas. A veces cometemos el error de pensar que todas las gafas de sol nos protegen por igual. No es cierto. Escoge unas gafas grandes, de tipo envolvente y que hayan pasado los preceptivos controles de la Unión Europea.
    
7. Ten especial cuidado con la piel de tus hijos. Se dice, y es cierto, que la piel tiene memoria. De hecho, buena parte de los casos de cáncer de piel en adultos se deben a la exposición al sol durante la infancia. Nuestro consejo es que no expongas a niños menores de tres años a la radiación solar y que los protejas siempre con una buena crema, gafas, gorra y ropa adecuada.
    
8. Las salas de bronceado, solo por indicación terapéutica. Las salas de bronceado solo están indicadas en personas con problemas de piel que mejoran con la radiación ultravioleta. Será tu médico el que te lo indique en cada caso. La OMS recuerda que existe un mayor riesgo de padecer cáncer de piel entre las personas que acuden con frecuencia a las salas de bronceado y desaconseja su utilización en menores de edad.
    
9. Aprende a autoexplorarte. Cada vez son más las mujeres, por poner un ejemplo frecuente, que han aprendido a autoexplorarse para detectar un posible bulto en su pecho. Sin embargo, la autoexploración de la piel es todavía poco frecuente, pese a que resulta muy útil. Ayúdate de un espejo para detectar todos los lunares de tu cuerpo y observar si se producen cambios.
    
10. No dejes para más tarde la visita al dermatólogo. Ante la más mínima sospecha, ya sea por el color o por su forma, no dudes en pedir consulta con tu dermatólogo. Más aún si tienes antecedentes personales o familiares de melanoma o un alto número de lunares.

La buena noticia relacionada con el cáncer de piel es que puede evitarlo siguiendo estos sencillos consejos. Y, además, la detección temprana es la mejor garantía de curación. Este verano, ¡protege tu piel!