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Ruido, colesterol e hipertensión, ¿cómo se relacionan?

HIPERTENSIÓN - 15 de julio de 2018

Hay investigaciones que ofrecen resultados sorprendentes que, no por ello, dejan de ser ciertos. La última vincula tres aspectos, aparentemente, tan dispares como la hipertensión, la hipercolesterolemia y el ruido. Lo más sorprendente es que las personas expuestas a altos niveles de ruido en su entorno laboral parecen ser más propensas a padecer altos niveles de presión arterial y de colesterol.

Investigadores del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) de Estados Unidos han publicado un trabajo en la American Journal Of Industrial Medicine tomando como base la macroencuesta nacional de salud de Estados Unidos donde más de 40 millones de personas están expuestas a entornos laborales ruidosos. Curiosamente, y esto es lo más sorprendente, el 24% de estos trabajadores afirmaron tener altos niveles de presión arterial y el 28%, colesterol elevado.
 

¿El ruido incrementa el riesgo de problemas cardiacos?

El análisis más detallado, una vez depurados los datos, permitió concluir que la exposición al ruido en el ámbito laboral podría estar relacionada con el 14% de los casos de alta tensión arterial y con el 9% de los casos de colesterol elevado. Ambos factores, junto al sedentarismo, el tabaquismo y la obesidad, incrementan el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y cerebrovasculares. La investigación ha revelado que las industrias con la mayor prevalencia de exposición al ruido ocupacional en Estados Unidos son la minería (61%), la construcción (51%) y la manufactura (47%).  Y las ocupaciones con la mayor prevalencia de exposición al ruido ocupacional son la producción (55%), la construcción y extracción (54%), y la instalación, mantenimiento y reparación (54%). Los autores de este trabajo hacen hincapié en que el estudio ha demostrado una asociación entre ruido e hipertensión arterial e hipercolesterolemia, pero aclaran que, de momento, no se puede hablar de una relación causa-efecto. Serán necesarios nuevos estudios para confirmar este extremo. Mientras tanto, nuestra recomendación para quienes trabajáis en entornos laborales ruidosos es utilizar todos los mecanismos de protección previstos por la ley para reducir los daños.  ¡Mejor prevenir que curar!

 

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