HIPERTENSIÓN - 10 de marzo de 2023
La hipertensión arterial genética es una patología muy difícil de diagnosticar y controlar, que ha sido durante 60 años el principal asunto de muchos expertos. A principios de este año se publicó un estudio llevado a cabo por médicos de la Universidad Queen Mary de Londres, el Hospital Barts y el Hospital de la Universidad de Cambridge, que pondría solución a este problema.
En muchas ocasiones, la hipertensión surge como efecto secundario a otras enfermedades; sin embargo, hay numerosos casos en los que se desconoce la causa y los pacientes suelen estar sometidos a tratamientos farmacológicos por el resto de sus vidas. Pero el problema más importante llega cuando los pacientes son resistentes a los tratamientos médicos, algo que ocurre en la mayoría de los casos, y que también provoca un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos o ictus.
Para 1 de cada 20 pacientes que sufre hipertensión arterial la causa de se encuentra en unos pequeños nódulos dispuestos en las glándulas suprarrenales. Estas glándulas son las encargadas de producir un tipo de hormonas y están situadas en ambos riñones. Cuando estás glándulas producen hormonas en exceso, se pueden producir enfermedades como la hipertensión arterial resistente.
Gracias a este estudio se ha descubierto que al menos en un 5-10% de los casos se puede determinar la causa como un problema congénito. Este problema consiste en una mutación genética en sus glándulas suprarrenales, dando lugar a la producción de cantidades excesivas de aldosterona. Esta hormona provoca que el cuerpo retenga cantidades excesivas de sal, lo cual aumenta la tensión arterial.
Para la investigación, se llevó a cabo un estudio en el que se exponían 128 personas diagnosticadas de hipertensión arterial secundaria a un exceso de aldosterona. La prueba demostró que dos tercios de estos pacientes sufrirían un exceso de secreción de la hormona a raíz de un nódulo benigno dispuesto en una de las dos glándulas suprarrenales.
Actualmente, la detección de nódulos solo es posible en un pequeño grupo de hospitales, y mediante el uso de un catéter, un método que no logra el éxito en muchas ocasiones. El principal problema con esta prueba se encuentra en que no puede predecir qué pacientes se curarán completamente de la hipertensión mediante la extirpación quirúrgica de la glándula.
Además, los nódulos productores de aldosterona son muy pequeños y pasan desapercibidos fácilmente en una tomografía computerizada normal.
Ahora, gracias al desarrollo de un nuevo tipo de tomografía computarizada, se podrían iluminar los pequeños nódulos de las glándulas suprarrenales y curar la hipertensión mediante su extracción.
Esta nueva prueba usa una dosis muy breve de metomidato, un colorante reactivo que solo se adhiere a los nódulos productores de aldosterona. Este permite descubrir los nódulos de forma rápida, indolora y técnicamente satisfactoria en todos los pacientes.
De hecho, se ha observado que combinar este método con un análisis de orina específico podría conseguir que los pacientes dejasen el tratamiento para la hipertensión por completo. Gracias a esta combinación, las pruebas son capaces de anticipar con éxito qué pacientes lograrán la curación total.
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