EPILEPSIA - 30 de octubre de 2020
700.000 personas en España padecen o han padecido en algún momento de su vida epilepsia y, de ellas, más de 200.000 tienen epilepsia activa actualmente, lo que se traduce en 7 casos por cada 1.000 habitantes. Así lo indica la Federación Española de Epilepsia (FEDE). Un estudio realizado ahora por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el Hospital de Bellvitge y la Universidad de Barcelona, aporta un nuevo dato para la esperanza. Y es que, según los investigadores, la resonancia magnética podría convertirse en un buen aliado en la lucha contra la epilepsia.
La epilepsia es un trastorno derivado del funcionamiento anormal de un grupo de neuronas que se manifiesta en forma de crisis inesperadas y esporádicas. Estas crisis están provocadas por una actividad eléctrica por la sobreexcitación de este grupo de células.
Aunque existen diferentes opciones farmacológicas para controlar esta patología, en algunos tipos de epilepsia la medicación no es suficiente y es necesario recurrir a una intervención quirúrgica para revertir la situación, aunque en el 30% de los casos no se soluciona y los pacientes siguen sufriendo episodios de crisis. Es el caso de la epilepsia causada por esclerosis del hipocampo.
El trabajo realizado por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el Hospital de Bellvitge y la Universidad de Barcelona revela que la resonancia magnética podría servir de ayuda a la hora de prever si la operación va a ser efectiva y va a solucionar el problema o si no va a solucionar nada.
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de comparar las imágenes de resonancias magnéticas realizadas a pacientes que, tras haber sido operados, dejaron de tener ataques epilépticos, con las de pacientes que seguían sufriendo las crisis para encontrar evidencias que pudieran servir para pronosticar cuál sería el resultado de la cirugía.
En concreto, se centraron en analizar el hipocampo del hemisferio del cerebro que no está dañado, a diferencia de investigaciones anteriores en las que se dedicaban a examinar el hemisferio dañado. Tras realizar durante 5 años un análisis minucioso de esta parte del cerebro, los científicos observaron que el hipocampo de las personas que siguen manifestando episodios después de la intervención era menos íntegro y más desorganizado que el de los pacientes en los que la operación había funcionado correctamente.
Esto quiere decir que los pacientes en los que no se consigue hacer desaparecer las crisis epilépticas tras pasar por el quirófano podrían tener un daño cerebral más extenso y la enfermedad se habría agravado hasta el punto de que la cirugía no sería el tratamiento suficiente.
Ante cualquier tipo de epilepsia, los profesionales sanitarios especializados en la patología recomiendan seguir una serie de autocuidados para controlar y tratar de reducir las crisis:
En definitiva, recuerda que hoy en día existen distintas opciones terapéuticas que te ayudarán a aliviar los síntomas de la enfermedad y a superar los periodos de crisis.
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