EPILEPSIA - 31 de julio de 2018
Una persona epiléptica puede hacer en la práctica las mismas cosas que una persona sin la enfermedad. Los últimos avances en el tratamiento de esta patología permiten a los afectados disfrutar de una buena calidad de vida y controlar los brotes. La epilepsia, por lo tanto, no tiene por qué limitar tu día a día, pero hay algunas cuestiones que te conviene tomar en consideración. Te contamos cuáles.
Algunas estimaciones apuntan que uno de cada tres adultos con epilepsia puede desarrollar algún tipo de problema mental a lo largo de su vida, entre los que suelen destacar la ansiedad y la depresión como los más frecuentes. Estar atento ante los primeros síntomas y consultar al profesional sanitario, es una buena herramienta para que no vayan a más.
Los niños con epilepsia son además especialmente vulnerables en el entorno escolar. Estos pequeños pueden ser objeto de burlas debido al desconocimiento que sus compañeros pueden tener sobre la enfermedad. Es importante prevenir estas situaciones y estar atento por si se producen. Los grupos de apoyo en los colegios pueden contribuir a lograr la integración total de los niños con epilepsia en los centros educativos.
No existen estudios que permitan afirmar que las crisis epilépticas aumenten con la práctica de actividad física. De hecho, cada vez existen más evidencias de todo lo contrario. Hacer ejercicio, siempre con supervisión médica, puede reducir el número de crisis. Es importante que, si tienes epilepsia y te gusta el deporte, evites riesgos como la deshidratación, la hipoglucemia o la realización de esfuerzos extremos.
Es una pregunta frecuente en las mujeres que padecen epilepsia. ¿Podré ser madre? ¿Corre algún riesgo mi hijo? Lo primero que tienes que saber es que la epilepsia por sí misma no tiene por qué suponer un obstáculo a tu capacidad para procrear. Todo lo que debes hacer es comentarle a tu médico que quieres ser madre y seguir sus indicaciones. Podrás tener un embarazo saludable y un niño sano. Y puedes estar tranquila porque las posibilidades de que tu pequeño desarrolle epilepsia en algún momento de su vida son muy bajas.
La epilepsia formará siempre parte de tu vida pero no tiene por qué controlarla. Con algunas ligeras precauciones, podrás disfrutar de una calidad de vida muy parecida a la de las personas sin enfermedad. Te animamos a que lo pruebes.
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