Falsos mitos sobre la epilepsia

Cuando queremos informarnos acerca de determinada enfermedad, no es extraño que nos encontremos con un sinfín de artículos que nos explican como afecta a nuestro cuerpo, cuales son sus causas y síntomas, qué posibilidades de tratamiento hay. Sin embargo, no siempre es suficiente esa información o, en los peores casos, la información no es correcta o no está bien explicada, llevando a la confusión y a la desinformación.

En patologías como la epilepsia, la desinformación lleva a la difusión sobre este trastorno y condicionan la calidad de muchos pacientes que nada tienen que ver con la realidad de la dolencia. Para tratar de esclarecer este asunto, te presentamos en este post algunos de esos falsos mitos que existen en torno a la epilepsia.

Este trastorno afecta actualmente a unos 50 millones de personas en todo el mundo, convirtiéndose así en uno de los trastornos neurológicos más comunes. La Organización Mundial de la Salud afirma que en muchos lugares del mundo los pacientes epilépticos, así como sus familiares, son victimas de estigmatización y discriminación. En muchos casos, esto último es consecuencia de la desinformación acerca de la propia enfermedad, así como la falta de empatía social respecto a los pacientes.

Algunos de los falsos mitos son los siguientes:

• Los epilépticos son enfermos mentales. Las crisis epilépticas derivan en un problema físico producido por un exceso esporádico de actividad eléctrica en un grupo de neuronas. Este hecho no convierte al paciente en un enfermo mental.
   
• La epilepsia es contagiosa. Las causas de este trastorno son múltiples, aún así la epilepsia no es una enfermedad contagiosa.
   
• En muchos casos se ha escuchado que la epilepsia ocasiona cambios físicos en los pacientes, si bien las crisis producen contracciones musculares, los pacientes vuelven a su estado natural una vez que esta remite.
   
• La epilepsia es hereditaria. En este caso, estamos ante una afirmación correcta, sin embargo, la probabilidad de que una persona herede epilepsia de sus progenitores es muy baja.
   
• Se ha mitificado como un problema que afecta a la convivencia con otros niños, sin embargo, pueden y deben escolarizarse con el resto de los niños puesto que este grupo de pacientes reaccionan de una manera muy positiva a los tratamientos.
   
• El tener un episodio aislado de crisis epiléptica no convierte a la persona de manera automática en un paciente epiléptico. En el caso de que ocurra esto no se diagnóstica epilepsia a un paciente hasta que se vuelve a repetir en otras ocasiones.
   
• Los pacientes epilépticos no se pueden tragar la lengua durante alguna de las crisis como erróneamente se cree, por lo que nunca debemos introducir ningún tipo de objeto en la boca durante la crisis. Lo recomendable en este tipo de casos es tumbar al paciente de lado en la llamada, posición lateral de seguridad (PLS).

Si sientes cualquier síntoma o tienes alguna duda sobre esta u otras patologías recuerda que a quién primero debes consultar es a tu médico pues es la fuente más fiable. No olvides estar bien informado sobre una enfermedad antes de emitir cualquier tipo de juicio sobre la misma, los pacientes lo agradecerán.

FUENTES:

• Fundación Vivir con Epilepsia

• Organización Mundial de la Salud