DIABETES - 4 de marzo de 2018
La nefropatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta a la capacidad de los riñones de realizar la función de eliminar los desechos que genera nuestro organismo. Algunas estimaciones apuntan que en torno a un 40% de las personas con diabetes pueden acabar padeciendo también enfermedad renal. Un estilo de vida saludable, con un buen manejo de la diabetes, y un control exhaustivo de la hipertensión son el mejor método para evitar o retrasar la nefropatía diabética. Con ocasión de la conmemoración, el 8 de marzo, del Día Mundial del Riñón, te proponemos que conozcas un poco mejor la relación entre diabetes y riñón.
Los síntomas de la nefropatía diabética
Como pasa con la hipertensión, la nefropatía diabética no da síntomas en las primeras fases de la enfermedad. En las últimas etapas, los más evidentes son los siguientes:
Si tienes diabetes y comienzas a percibir alguno de estos síntomas, lo mejor es que consultes a tu médico. Un análisis de orina suele ser una buena herramienta para confirmar o descartar la nefropatía diabética.
Las causas de la nefropatía diabética
La nefropatía diabética se produce cuando la diabetes daña los vasos sanguíneos y otras células de los riñones. ¿Por qué ocurre? Una glucemia descontrolada produce una elevación de la tensión arterial hasta acabar afectando a los riñones. Existen algunos factores de riesgo como la hiperglucemia, la hipertensión, el tabaquismo, la hipercolesterolemia o los antecedentes familiares de nefropatía diabética.
La prevención es posible
Ser diabético no tiene por qué conducirte a la nefropatía. Te ofrecemos a continuación varios consejos de salud con los que evitar o retrasar la aparición de esta patología:
La conmemoración del Día Mundial del Riñón es una buena ocasión para contribuir a la concienciación sobre la nefropatía diabética. Conocer la enfermedad es el primer paso para ponerle solución.
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