El verano es una temporada anhelada por todos, en la que buscamos desconectar, relajarnos y disfrutar de las vacaciones, ya sea en la playa o en la naturaleza. No obstante, es importante tener en cuenta que, durante este período, existe la posibilidad de descuidar nuestra alimentación y rutinas de vida saludables, lo cual puede resultar problemático, especialmente para aquellas personas que padecen diabetes. ¿Qué podemos hacer entonces para mantener un equilibrio adecuado en nuestros niveles de glucosa durante el verano? Afortunadamente, existen consejos útiles y estrategias prácticas que nos beneficiarán a todos, independientemente de si padecemos problemas relacionados con la glucosa. De esta manera, podremos disfrutar plenamente de esta época del año sin arriesgar nuestra salud.
- En primer lugar, es fundamental mantener una alimentación equilibrada y adecuada. Durante el verano, podemos aprovechar la gran variedad de frutas y verduras de temporada, incorporándolas en nuestras comidas. Estos alimentos son ricos en nutrientes y fibras, y aunque contienen azúcar, pueden ayudarnos a controlar nuestros niveles de glucosa. Los carbohidratos de bajo índice glucémico (como granos enteros, verduras y frutas frescas) son una gran fuente de energía, ya que se digieren lentamente, proporcionan una liberación gradual de glucosa en el torrente sanguíneo, y evitan picos y caídas bruscas en los niveles de glucosa. Además, se recomienda limitar el consumo de alimentos procesados y azucarados, ya que pueden elevar rápidamente la glucosa en sangre.
- Bebe muchos líquidos durante los días calurosos. La hidratación es crucial para el buen funcionamiento del organismo y también puede ayudar a mantener los niveles de glucosa estables. Bebe agua regularmente a lo largo del día y evita las bebidas azucaradas o con alto contenido calórico, como los refrescos. Es recomendable llevar siempre una botella de agua cuando salgamos de casa y beber regularmente, incluso si no sentimos sed intensa. Además, ten en cuenta que el alcohol puede afectar el control de la glucosa, por lo que es importante consumirlo con moderación.
- Se regular con los horarios de comidas. Durante el verano, es común que nuestras rutinas se vean alteradas. Sin embargo, es esencial mantener una planificación adecuada de las comidas para evitar picar entre horas o saltarnos comidas importantes. Procura incluir una combinación equilibrada de carbohidratos, proteínas y grasas saludables, así como evitar excesos y comidas muy copiosas.
- Asimismo, es conveniente establecer una rutina de actividad física acorde a nuestras posibilidades y preferencias. El ejercicio regular no solo ayuda a controlar los niveles de glucosa, sino que también favorece la salud en general y la pérdida de peso. Durante el verano, podemos aprovechar el buen clima para realizar actividades al aire libre, como caminatas, natación o paseos en bicicleta. Además, estas actividades nos permiten disfrutar de la naturaleza y mantenernos activos de una manera placentera.
- Por último, es fundamental no descuidar el registro constante de nuestros niveles de glucosa. Puedes utilizar un glucómetro para medir tus niveles de glucosa cada día, e ir anotándolos en un diario nos ayudará a identificar posibles desajustes y a tomar medidas oportunas.
Siguiendo estos consejos, podremos disfrutar de un verano saludable y sin contratiempos ¡Aprovecha esta temporada para cuidarte y disfrutar al máximo de una manera saludable!