DIABETES - 1 de febrero de 2019
La diabetes del adulto o tipo 2 es una de las enfermedades evitables que más complicaciones causa en nuestro país. Un estudio realizado por la Fundación para la Diabetes llegó a cifrar en más de cinco millones el número de afectados en España, casi el 14% de la población adulta. Este mismo estudio alertaba de las consecuencias del retraso diagnóstico. Casi la mitad de los casos de diabetes del adulto se diagnostican cuando el paciente ya ha sufrido una complicación.
Se sabe, desde hace tiempo, la relación de la diabetes tipo 2 con los hábitos de vida. El sobrepeso y obesidad, la alta tensión arterial y la falta de actividad física pueden contribuir a la aparición de esta enfermedad. Lo que no se conoce tanto, al menos hasta ahora, es la influencia de la turnicidad laboral en esta patología. Y decimos hasta ahora porque un amplísimo estudio realizado por investigadores de Australia, China y Estados Unidos ha revelado que las mujeres que trabajan a turnos, incluidas las noches, tienen un riesgo mayor de desarrollar diabetes del adulto.
La razón parece estar en los llamados ritmos circadianos, aquellos que regulan la relación sueño-vigilia. Los investigadores detectaron que cuando los ritmos circadianos se interrumpen con el trabajo por turnos, suele producirse insomnio y, a más largo plazo, sobrepeso, hipertensión arterial y, en definitiva, diabetes. La relación, sin embargo, no es de causa efecto. Los autores del estudio, que ha sido publicado en el British Medical Journal, recomiendan a aquellas personas que se ven obligadas a trabajar por turnos que cambien sus estilos de vida y extremen las precauciones con la dieta, la actividad física y el sueño.
Este macroestudio se centró específicamente en la población femenina. Con este propósito, se seleccionó una amplia muestra de 143.410 enfermeras sin diabetes tipo 2 y se siguió en diferentes intervalos el tipo de dieta y estilo de vida que seguían. Las enfermeras fueron escogidas por trabajar por turnos lo que, en una hipótesis de los investigadores, se preveía ya que pudiera afectar a su salud.
La investigación tuvo en cuenta además de los turnos otras variables. Así, dentro de la categoría de estilos de vida poco saludable, su incluyó a aquellas mujeres que sufrían sobrepeso, habían fumado alguna vez, no realizaban ejercicio físico y seguían una dieta poco equilibrada. Los autores de este estudio multicéntrico chequearon a las enfermeras que participaron en el estudio durante años hasta que, finalmente, detectaron diabetes tipo 2 en 10.915 de las 143.410 enfermeras.
Lo interesante del trabajo es que sirvió para confirmar que aquellas enfermeras que tenían estilos de vida pocos saludables duplican el riesgo de padecer diabetes. Aquellas otras que además de seguir pautas poco saludables trabajaban por turnos incrementan las probabilidades de forma muy notable. Los autores consiguieron además porcentualizar sus conclusiones. Así, el trabajo nocturno representaba el 17% del riesgo, frente al 71% de los estilos de vida poco saludables y el 11% de la interacción entre ambos.
La buena noticia es que es posible revertir la situación. Los facultativos que llevaron a cabo la investigación comprobaron que la mayoría de los casos se podrían prevenir adoptando unas pautas de estilo de vida saludables, algo especialmente importante y recomendado para aquellas mujeres que trabajan por turnos, sobre todo, nocturnos.
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