DIABETES - 11 de noviembre de 2022
La diabetes es una enfermedad crónica que se origina cuando el páncreas no sintetiza de manera adecuada la insulina, una hormona necesaria para ayudar a que la glucosa en la sangre entre a las células y se utilice como energía.
Sin esta hormona, la concentración de glucosa en la sangre aumenta por encima de lo normal, por lo que es necesario que las personas con diabetes tipo 1 y algunas con diabetes tipo 2, dependiendo de la evolución de su enfermedad, se inyecten con insulina todos los días, incluso varias veces, para regular sus niveles de glucosa en la sangre.
Iniciar y mantener el tratamiento con insulina sigue siendo un desafío para millones de pacientes con diabetes en todo el mundo. El miedo a las inyecciones, las molestias y la carga de la terapia inyectable contribuyen a que muchos pacientes no se adhieran a la terapia con insulina. La efectividad y la seguridad del tratamiento continuo con insulina también dependen en gran medida de otros factores, como la precisión de las dosis, el tiempo y los objetivos glucémicos.
Es por lo que, en la actualidad, diversos estudios científicos buscan la reducción de la frecuencia de administración de este tratamiento o incluso alternativas para reemplazar los métodos de administración actuales y, de esta manera, mejorar la adherencia a largo plazo, el control de glucosa y, en última instancia, el bienestar del paciente.
A esto apunta el nuevo proyecto de investigación dirigido por Sabine Szunerits, profesora de química de la Universidad Lille de Francia, junto a colaboradores de Francia, España y Turquía, en el que se propone la creación de un parche elaborado con un material experimental que proporcione insulina desde el interior de las mejillas, siendo una alternativa menos dolorosa e invasiva que las actuales inyecciones diarias.
El prototipo de estos parches fue elaborado con una especie de alfombra de fibra de polímero que se activa con el calor para liberar fármacos y que tiene la capacidad de adherirse al revestimiento de la mejilla y administrar insulina.
En un primer experimento, los investigadores empaparon pequeños cuadrados del material en una solución con insulina durante tres horas. Posteriormente, se aplicaron los parches a las membranas mucosas extraídas del revestimiento de mejillas de cerdos. Después, se usó un láser infrarrojo para calentar cada parche a unos 50ºC durante 10 minutos, lo que activó el material y liberó insulina en las membranas varias veces más rápido que a través de la piel. La dosis tardó en administrarse unos 20 minutos.
En cuanto se activó el proceso, los niveles de azúcar en sangre de los cerdos disminuyeron y los de insulina en plasma aumentaron. Esto, según los investigadores, es una prueba de concepto de que esta plataforma preliminar es eficaz para hacer llegar la hormona al torrente sanguíneo.
Por último, seis voluntarios humanos se colocaron una versión de placebo del parche dentro de sus mejillas y dijeron que se sentían cómodos durante un periodo de dos horas. Los investigadores afirman que su siguiente paso es realizar más estudios preclínicos del prototipo en animales y buscar a la vez socios comerciales para financiar los ensayos clínicos en humanos.
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