ENF. DE CROHN - 9 de julio de 2023
La enfermedad de Crohn puede manifestarse en cualquier edad, pero es más común en personas jóvenes de 20 a 29 años aproximadamente, que fumen mucho o que tengan un familiar de línea directa que padezca una enfermedad inflamatoria del intestino. Entre los síntomas más habituales se encuentran la inflamación del tracto digestivo, que puede afectar distintas zonas dependiendo del paciente, aunque en la mayoría de los casos perjudica el intestino delgado. Otros síntomas son el dolor abdominal, diarrea, fatiga, cansancio, la presencia de fiebre, pérdida de peso y malnutrición. De esta manera, la enfermedad de Crohn significa retos y dificultades diarias para los pacientes.
El pronóstico de la enfermedad está relacionado con el tiempo de evolución desde que se realiza el diagnóstico y la gravedad de los brotes. Si bien se sabe que aún no existe una cura definitiva para la enfermedad, hay una variedad de terapias para ayudar a reducir considerablemente la inflamación, por lo que se considera que un tratamiento exitoso es aquel que permita que el tejido intestinal sane, y así los aliviar síntomas para poder asegurar una mejor calidad de vida.
Recientemente, el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha emitido su opinión positiva para un tratamiento oral recomendado en pacientes adultos con enfermedad de Crohn activa de moderada a grave, con respuesta inadecuada, pérdida de respuesta o intolerancia al tratamiento convencional o a un fármaco biológico, lo que representa una buena alternativa para notar una mejoría a nivel endoscópico y un alivio de los síntomas.
El fármaco está soportado por tres estudios donde los pacientes tratados recibieron una dosis diaria de 45mg en los estudios de inducción y a su vez, fueron aleatorizados para recibir una dosis de 15mg o 30mg diaria en el estudio de mantenimiento. Al finalizar, se demostró la capacidad del tratamiento para alcanzar los objetivos terapéuticos deseados, enfocado no solo en aliviar los síntomas, sino en los beneficios en la evolución de la enfermedad a largo plazo. Posteriormente, se realizó una endoscopia a los pacientes que identificó mejorías asociadas a la ausencia de signos de ulceración, indicando una curación mucosa.
De igual manera, el laboratorio evaluó el perfil de seguridad por medio de la observación de las reacciones adversas graves como infecciones entre los pacientes que recibían el fármaco y el placebo. Se detectó una baja frecuencia (<1,0 sucesos/100 pacientes-año) de notificaciones relacionadas con neoplasia maligna, eventos tromboembólicos venosos, eventos cardiovasculares mayores y perforación gastrointestinal.
Por medio de los estudios se logró asegurar que el fármaco alcanza los criterios de valoración críticos, como la remisión clínica y la respuesta endoscópica. Por consiguiente, se califica como una nueva alternativa para gestionar los complicados síntomas que se asocian a la enfermedad y, de este modo, asegurar una mejor calidad de vida en el día a día.
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