ENF. DE CROHN - 1 de abril de 2020
Una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve, de Estados Unidos, ha dado un nuevo paso para hacer frente a la enfermedad de Crohn al encontrar el vínculo con el que se podría controlar la inflamación provocada por esta patología.
El artículo publicado en la revista en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences revela cómo, al bloquear una proteína que controla la inflamación del intestino, llamada interleucina-1alfa (IL1alfa), en un modelo de ratón con la patología, la inflamación intestinal, disminuía considerablemente los síntomas más característicos de la patología.
Según explica la publicación, los resultados reflejan que los efectos antinflamatorios que se han obtenido al bloquear la IL1alfa son similares a los de los esteroides, el mejor tratamiento con el que cuentan hoy en día los pacientes con la enfermedad de Crohn.
Tal y como apunta el autor principal de la investigación, Fabio Cominelli, profesor de medicina y patología en la Universidad Case Western Reserve, y jefe de división de gastroenterología en el Hospital de la Universidad de Cleveland Medical Center, "este es uno de los primeros estudios, que sepamos, que vincula el efecto de una citocina específica, como IL1, con el microbioma intestinal".
Por otro lado, los autores del estudio han podido observar que el efecto de este tratamiento que neutraliza la función de la IL1alfa se controla modificando la composición y la función del microbioma intestinal.
Además, en el estudio se incluye la información necesaria para realizar el primer ensayo clínico para bloquear la proteína en cuestión en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), en la que se agrupa a la enfermedad de Crohn y a la colitis ulcerosa, que el profesor Cominelli y su equipo tienen planeado acometer en un plazo corto de tiempo.
“Estoy realmente entusiasmado con este estudio porque comencé mi carrera hace tres décadas colaborando con el doctor Charles Dinarello, profesor de medicina en la Universidad de Colorado, quien descubrió y clonó la interleucina-1 a principios de los años 80. Ahora tengo la oportunidad de colaborar nuevamente con él en este emocionante proyecto que tiene el potencial de desarrollar una nueva terapia biológica para pacientes con EII”, reconocía Cominelli.
En la actualidad, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa no tienen cura y los tratamientos que existen solamente son efectivos en aproximadamente la mitad de los casos de estas dos EII. Los síntomas más comunes que padecen los pacientes son dolores intensos, diarrea, sangrado y, en ocasiones, la enfermedad provoca diversas complicaciones en el aparato digestivo por las que necesitan pasar por el quirófano.
Por eso, tal y como indica el profesor Cominelli, “existe una gran necesidad de desarrollar nuevas terapias biológicas, como los anticuerpos monoclonales anti-IL1".
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