COLESTEROL - 6 de mayo de 2022
Normalmente, tendemos a asociar los altos niveles de colesterol malo con el riesgo de sufrir algún tipo de problema cardiovascular, sin embargo, según un nuevo estudio de la Universidad de Ohio, publicado recientemente en el International Journal of Nanomedicine, esta asociación no siempre es correcta.
Según concluye esta reciente investigación, este tipo de colesterol no es un indicador de riesgo cardiovascular fiable y, es más, puede ser “peligrosamente engañoso”. Puesto que, han descubierto que una subclase particular de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), a las que se une el colesterol malo, es un predictor mucho mejor de posibles ataques cardiacos que la presencia en sí de LDL, como hasta ahora se pensaba.
Los estudios, liderados por el profesor de la Universidad de Ohio, Tadeusz Malinski, y el investigador Jiangzhou Hua, del Laboratorio de Investigación Nanomédica de la misma universidad estadounidense, han constatado que entorno al 75% de los pacientes que sufren ataques cardiacos tienen unos niveles de colesterol que no se consideran que reflejen ese riesgo real de que los sufran y han demostrado que, de las tres subclases de LDL, solamente una es la que causa un daño verdaderamente significativo.
"Nuestros estudios pueden explicar por qué una correlación del colesterol malo total con el riesgo de ataque cardíaco es pobre y peligrosamente engañosa. Es incorrecta en tres de cada cuatro ocasiones", resume el profesor Malinski y advierte de que, “estas pautas nacionales pueden subestimar seriamente los efectos nocivos del colesterol LDL, especialmente en los casos en que el contenido de la subclase B en el LDL total es alto (50 por ciento o más)".
Para realizar este estudio, el equipo de investigadores ha utilizado nanosensores para medir la concentración de óxido nítrico y peroxinitrito en el endotelio, tejido que recubre la zona interna de los vasos sanguíneos, estimulado por las subclases de LDL. Así, pudieron observar que la subclase B es la que resulta ser más dañina para este tejido y que es la que puede facilitar el desarrollo de la aterosclerosis.
Esto quiere decir que lo que han de tener en cuenta los cardiólogos a hora de realizar un diagnóstico de aterosclerosis y el riesgo de accidente cardiovascular es la concentración de la subclase B en comparación a las otras dos, y no la cantidad total de colesterol malo, como se venía haciendo hasta ahora.
Como explica el profesor y líder de la investigación, Malinski, a partir de ahora, tras producirse este hallazgo, el criterio de diagnóstico por parte de los médicos especialistas debe cambiar para realizarlos de manera más precisa y correcta, “Comprender esto podría conducir a mejorar la precisión del diagnóstico para la evaluación de las tasas de enfermedades cardiovasculares. Analizar la combinación de subclases de LDL puede proporcionar un modelo basado en parámetros para un diagnóstico médico temprano de la estimación del riesgo de enfermedad cardiovascular".
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