Alergia al veneno de los himenópteros: síntomas y diagnóstico

Los himenópteros son los insectos que más reacciones alérgicas pueden provocar en personas sensibles. Dentro de ellos se incluyen las avispas, las abejas y las hormigas, y en total suman alrededor de doscientas mil especies. Entre un 9-28% de la población presenta pruebas de alergia positivas frente al veneno de himenópteros.

Los himenópteros responsables de la inmensa mayoría de picaduras son la abeja de la miel, la avispa papelera y la avispa terriza (sus colmenas están bajo tierra). Las hembras tienen un aguijón que clavan tanto para atacar como para defenderse de sus enemigos, con el que inyectan un veneno que produce una reacción tóxica no inmunológica. Las avispas pueden picar varias veces, mientas que las abejas una única vez.

Una picadura de himenópteros es potencialmente mortal. Pero esta enfermedad también afecta a los pacientes diariamente, debido a la ansiedad que puede llegar a generar.

Las reacciones pueden ser:

• No inmunológicas. Son respuestas a los componentes del veneno del insecto. Aparecen entre las 24 y 48 horas, con una inflamación alrededor del sitio de la picadura, y un dolor más o menos intenso. Rara vez se generalizan.
• Alérgicas. Estas pueden ser locales o sistémicas. Las reacciones locales no son graves y desaparecen en un día aproximadamente. Las reacciones sistémicas son más graves. Los síntomas se producen de manera generalizada en todo el cuerpo y se pueden ver afectados distintos sistemas de nuestro organismo, pudiendo llegar a ser mortales.

Cuando un paciente ha presentado una reacción generalizada después de la picadura de un himenóptero, tiene un alto riesgo de presentar una reacción similar en un futuro, sobre todo si tienen un alto grado de exposición a futuras picaduras debido a su entorno, si son adultos, sufren de alguna enfermedad cardiovascular, la picadura se produce en cabeza o cuello, y especialmente si es de una abeja.

El diagnóstico de alergia al veneno de los himenópteros se establece mediante:

• Una historia clínica de reacción alérgica del paciente tras una picadura. Se analizan los síntomas, lo que permite conocer el riesgo de reacciones con futuras picaduras. Es esencial saber el insecto responsable, si la reacción ha sido alérgica o no y riesgo del paciente en sucesivas picaduras.
• Un estudio alergológico mediante pruebas cutáneas de sensibilización alérgica frente al veneno.

Se puede ser alérgico a las abejas y a las avispas, aunque no es lo normal, ya que hay muchas diferencias en los alérgenos de sus respectivos venenos.

Y recuerda que, si tienes cualquier duda sobre alergia, puedes preguntar al experto de la web tengoalergia.es.

Fuentes:

• Tengoalergia.es
• Libro de las enfermedades alérgicas de la fundación BBVA.
• Alergia a himenópteros. Recomendaciones y algoritmos de práctica clínica de la Sociedad española de alergología e inmunología clínica. SEIAC. 2021
• Dossier inmunoterapia con venenos. ALK. 2020.