COLESTEROL - 19 de julio de 2018
Saturadas, trans, poliinsataduras, monoinsaturadas. Las grasas presentes en los alimentos tienen mala fama, pero no todas son iguales. De hecho, hay grasas muy saludables que deberían formar parte de toda dieta equilibrada. ¿Sabes diferenciar las grasas malas de las saludables? No te preocupes, en este artículo te enseñamos a que distingas unas de otras y te explicamos en qué alimentos puedes encontrarlas.
Están presentes en alimentos como la mantequilla, algunos aceites vegetales como el de palma o los quesos grasos. No son muy recomendables porque incrementan los niveles del llamado colesterol malo y el riesgo de padecer obesidad, diabetes, hipertensión arterial o cardiopatías.
Muy frecuentes en alimentos procesados como las patatas fritas o en la repostería industrial. Tiene su origen en aceites vegetales sometidos a un proceso denominado hidrogenación. Como en las grasas saturadas, las trans también aumentan el colesterol malo y, con él, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ictus o diabetes. Un estudio realizado hace ya unos años da cuenta de sus efectos sobre la salud. Se estima que por cada 2% de grasas trans consumidas cada día se incrementa un 23% el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Puedes encontrarlas en alimentos de origen vegetal como las nueces o algunas semillas, frutas como el aguacate, pescados como el salmón y aceites vegetales como el de oliva. Son necesarias para un funcionamiento saludable de nuestro organismo porque tienen un papel fundamental en la construcción de las membranas celulares y de los tejidos que recubren los nervios. Contribuyen a facilitar el movimiento de los músculos y la coagulación sanguínea. Reducen los niveles de colesterol malo, triglicéridos y presión arterial y contribuyen a incrementar nuestras defensas y un buen funcionamiento cerebral.
No tienes por qué temer incluir las grasas saludables en tu dieta diaria. De hecho, deberías hacerlo. Aquí te dejamos algunos consejos:
Las grasas saludables son una excelente fuente de energía y son necesarias para tu cuerpo. No te equivoques, ¡no prescindas de ellas!
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